El caballo Frisón


En el norte de los Países Bajos, junto a la frontera con Alemania se encuentra una provincia denomina Friesland, conocida por ser una de las más bonitas de la zona, sobre todo debido al gran número de lagos que podemos encontrar en ella. De esta zona es oriundo el caballo Frisón, la única raza autóctona de origen Neerlandés que aún podemos encontrar en la actualidad.

El origen de esta raza es muy antiguo, ya que existen pruebas de su existencia en torno al año 150 después de Cristo y ya aparece en las crónicas de los historiadores romanos, porque los caballos frisones eran muy utilizados en las guerras. Más adelante, esta raza comenzó a utilizarse en las escuela de equitación, aunque también se utilizó para el trabajo en las granjas de la zona de Friesland.

Actualmente se utiliza en occidente principalmente tanto en exhibiciones ecuestres como en las escuelas superiores de equitación, donde suelen realizar labores de caballo de aprendizaje, debido sobre todo a que son animales con un carácter muy dócil, lo que facilita su adiestramiento.

De su aspecto destacan principalmente las crines de la cola y el cuello, que son espesas y abundantes y suelen estar onduladas, y sus extremidades, que también suelen estar recubiertas de pelaje. En cuanto a las capas, lo más habitual son los ejemplares negro azabache, aunque se admiten castaño oscuro. No se admite que presenten ninguna mancha, excepto un pequeño lucero blanco.

Como hemos dicho, son caballos muy dóciles y tranquilos, aunque también tienen carácter. Destacan sobre todo por su capacidad de trabajo, ya que su poderío físico y su resistencia los hace aptos para colaborar en muchas actividades con el ser humano.

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