Tu veterinario te acaba de dar la noticia de que durante, al menos, tres días debes dar a tu gato una pastilla. Seguro que te has asustado y no sabes cómo hacerlo. No te preocupes, dar una pastilla a un gato no es tan difícil como parece. Tampoco pienses que le vas a dejar la pastilla al lado de su camita con agua y este se la va a tomar directamente.
Uno de los trucos que puedes utilizar es disolver o machacar la pastilla para mezclársela en su comida. Los gatos, no son como los perros, que engullen una bola de carne picada nada más verla lleve lo que lleve en su interior. Los gatos lamen todo y si encuentran algo duro que no les cuadra, simplemente lo aparatan y continúan lamiendo. Lo mismo sucede con el olor, si el alimento huele extraño, lo más probable es que simplemente no se lo coman. No se les puede engañar fácilmente.
En el mercado actual, encontrarás a la venta un nuevo dispositivo que te facilitará mucho dar la medicación a tu gato. Es una mezcla entre una jeringa y una pistolita de agua. Esta, dispara el comprimido en la parte posterior de la garganta del gato y le sigue un chorro de agua. Pregunta a tu veterinario. Pero si finalmente decides probar por el método tradicional, haz lo siguiente:
– Atrapar al gato y ponlo sobre una mesa.
– Sostenle firmemente con tu brazo izquierdo, y con la mano abre su boca desde las comisuras.
– Con tu mano derecha, coloca el comprimido en la parte posterior de la boca del gato.
– El animal, tendrá el acto reflejo de tragar al notar algo en su boca.
– Mantenle en esa posición un rato hasta que te asegures de que no expulsa la pastilla.