Consejos para prevenir la leishmaniosis canina


La leishmaniosis es una enfermedad muy seria causada por el parásito Leishmania, transmitido por mosquitos del género Phlebotomus. Esta dolencia provoca úlceras cutáneas o inflamaciones severas en órganos vitales que afecta a perros, roedores y humanos.

En perros, los síntomas más habituales de la leishmaniosis son la caída de pelo alrededor de los ojos, orejas y nariz, heridas en la piel en zonas expuestas al roce, formación de escamas, cojera o inflamación articular, fiebre, mucosas pálidas, pérdida de peso y apetito. La mayoría de los contagios se producen en los meses de verano, ya que en invierno el mosquito permanece en estado larvario. Una vez se contrae la enfermedad, es incurable, así que es mejor evitar el contagio. Te explicamos cómo a continuación.

Repelentes de flebótomos

Como no existe ninguna vacuna en el mercado contra la leishmaniosis, para prevenir la enfermedad se recomienda usar productos repelentes de flebótomos, que reducen el riesgo de picaduras. Por supuesto, es imprescindible utilizar productos con garantías sanitarias y contrastadas para este fin. Los productos a base de aceites esenciales no son eficaces, y eso también se puede aplicar a los collares/pipetas.

Evitar que los perros estén en el exterior

También es aconsejable utilizar mosquiteros en las zonas de riesgos y evitar recorridos con los perros al amanecer y al anochecer en los meses en los que hay más mosquitos. De la misma forma, es aconsejable dejar dormir al animal en el interior del hogar, ya que el mosquito ataca frecuentemente a altas horas de la madrugada, al aire libre y en sótanos o zonas deshabitadas.

Si se acepta acoger al perro en casa durante las noches pero mantienes las ventanas abiertas, es muy importante colocar mosquiteras en puertas y ventanas. Éstas deben ser muy tupidas, ya que el tamaño del mosquito es muy pequeño.

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