En el acuario no solo hay que velar por una temperatura del agua correcta y por su limpieza para que los peces puedan vivir perfectamente. También es clave limpiar otros elementos como la grava que suele colocarse en el fondo para simular un hábitat natural y que, además, tiene su función dentro de este pequeño ecosistema en el hogar. Es una zona en la que es habitual que se acumule la suciedad porque se almacenan los excrementos de los peces, los restos de comida que no se consumen…. Y esto va haciendo que la grava se ensucie. Como evitarlo, no es posible, solo queda la opción de la limpieza. Y, para hacerlo correctamente, aquí damos unos consejos. Además, es importante no olvidarse de hacerlo con frecuencia.
Peces
Una de las dudas que surgen al limpiar el acuario es qué hacer con los peces. Cuando se tienen pocos peces, son pequeños o bien son especies como el pez beta o el pez dorado, la mejor opción es sacarlos del acuario momentáneamente para lo que se puede emplear un vaso o una red como las de pesca. Es clave tener un recipiente limpio y llenarlo hasta arriba de agua sin cloro para que el pez pueda estar ahí mientras se limpia la grava.
No obstante, en aquellas situaciones en las que se tienen muchos peces o bien son especies exóticas, lo mejor es no sacarlos de la pecera.
Tampoco será necesario si se tiene un sifón de grava, que es una herramienta especial de limpieza que es habitual que se instale en los acuarios más grandes.
Grava
Una vez ya solucionada la cuestión de los peces, toca limpiar la grava. Una buena opción es utilizar un colador para cogerla y colocarla bajo el agua del grifo. Bajo el chorro, se agita el colador para que se vaya limpiando y se eliminen los restos. No se debe retirar del agua hasta que ésta no salga completamente limpia.
Tras limpiar la grava, es el momento de extenderla de nuevo en el fondo de la pecera. Luego, solo queda poner el filtro de agua y el resto de decoración, que también has podido limpiar.
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