Todas las mascotas precisan de una serie de cuidados y de recreación de un hábitat idóneo en el hogar para que puedan ser felices. Sin embargo, hay algunas especies en las que el entorno en el que van a vivir es especialmente clave. Es el caso de las ardillas, que son animales que precisan de atenciones específicas para que puedan estar en casa sin problemas.
Jaula
Las personas que tienen o están pensando en tener una ardilla como mascota deberán preparar una jaula para que esta mascota pueda vivir dentro de ella. Este habitáculo requiere de una serie de características específicas.
Una de las más importantes es que la jaula tiene que ser lo más amplia posible porque a la ardilla le gusta disponer de espacio y estar en movimiento. De esta manera, precisará de amplitud tanto para estar a sus anchas y descansar como para hacer su sesión de ejercicio diario.
El espacio no es el único requisito que debe tener la jaula, ya que esta debe decorarse. Lo más adecuado es utilizar elementos de la naturaleza, que permitan recrear el espacio natural de la ardilla para que se sienta como en casa. Nunca tienen que faltar unas ramas o pequeños troncos para que pueda trepar, saltar, afilar sus uñas…
Mayor comodidad tendrán también las ardillas dentro de su jaula si se pone un nido, que se puede hacer con una caja y un poco de algodón. El objetivo es que sea confortable para que pueda dormir ahí todas las noches.
Saltar por casa
Aunque la jaula sea muy amplia, la ardilla no podrá estar siempre dentro de este habitáculo por lo que es importante disponer de un espacio dentro del hogar en el que ella pueda correr, saltar, jugar… En resumen hacer todo lo que se desee.
Para estos casos, lo mejor es tener una habitación específica –puede ser donde esté instalada la jaula-, para que salga y entre cuando quiera. Además, ese entorno no le será extraño.
Un punto importante es que en la zona de la casa en la que la ardilla esté suelta no hay que tener muebles o alfombras de calidad, entre otros objetos, porque este animal tiende a marcar su espacio, lo que terminará causando daños o desperfectos en los inmuebles. Tampoco debe haber artículos o cables con los que la ardilla pueda hacerse daño.