El reino animal está lleno de historias y hechos divertidos. De hecho, cada animal creado por la Madre Naturaleza tiene algo que le hace diferente al resto y unas características que nos maravillan. Por ejemplo, tenemos al borrego cimarrón, que se puede decir que es una versión más salvaje de las ovejas domesticadas. Predominantemente son nativos de América del Norte y son descendientes de las ovejas de montaña.
Por lo general, su color es el marrón claro, marrón grisáceo y oscuro. Una de las características únicas de este animal es que tiene blancos los cuartos traseros. El nombre de cimarrón se deriva de otra característica única de su cuerpo, que son los cuernos. Los cuernos de los machos son largos, fuertes y curvados.
Cuando los machos se pelean, los cuernos se utilizan como un arma importante para amenazar y ahuyentar al adversario. Pueden llegar a correr a una velocidad de 15 km/h y sus peleas pueden llegar a durar hasta 20 horas si ninguno de los dos se rinde. El cráneo de un cimarrón está diseñado de tal manera que la parte delantera de la cara no reciba ningún daño grave. Les encanta vivir en terrenos rocosos y montañosos, laderas de montañas, prados alpinos, los desiertos, etc.
Los cascos de un borrego cimarrón se han diseñado de manera que tienen una fuerte adherencia al caminar en las montañas y mesetas rocosas. Las hembras son de menor altura y tienen los cuernos más cortos. Tienen una vista increíble. Durante los inviernos, los borregos migran a las zonas dónde encuentran una menor cantidad de nieve ya que tienen bastantes dificultades a la hora de andar por ella.