¿Sabías que los gatos son más sensibles que los humanos a los cambios de temperatura? Por eso, es normal que durante esta época del año veas a tu felino escondido entre las mantas o muy cerquita del radiador. Además, estos animales tienen un mecanismo natural de muda de pelaje que les ayuda a preparar su pelo para el duro invierno.
Aún así, es importante tomar precauciones cuando baja la temperatura, sobre todo si tu gato es muy aventurero y pasa mucho tiempo en el exterior. Te damos algunos consejos para proteger a tu gato del frío a continuación.
Aporte extra de alimento
En primer lugar, es posible que tu gato necesite un aporte extra de alimento para mantener su calor corporal. Eso sí, hay que tener cuidado porque esto también puede provocar que los felinos engorden más de la cuenta si estos viven cómodamente en casa y no realizan ejercicio. Así, mientras que el veterinario no te indique lo contrario, deberás ofrecerle la misma dieta de siempre.
Hipotermia
Si a tu gato le gusta pasar mucho tiempo en el exterior, es mejor que durante el invierno evites que pase demasiado tiempo fuera. Pero si en un día de nieve, heladas o frio intenso tu gato sufre una hipotermia, deberás actuar con mucha rapidez, abrigando al animal con una manta, frotando con energía su cuerpo y acerándole una fuente de calor, como por ejemplo una bolsa de agua caliente.
Gatos más sensibles
Durante el invierno, deberás intensificar los cuidados de los gatos más sensibles al frío, como los que tienen poco pelo, los pequeños, lo mayores y los enfermos. ¿Cómo? Utilizando mantas e, incluso, jerséis para cubrir el lomo o una alimentación especial.
Ambientar la casa
Por último, es importante ambientar la casa para que los gatos tengan varios sitios calurosos y cómodos donde poder descansar.