Pocas experiencias hay tan placenteras como recibir un masaje mientras nos relajamos. Al igual que a nosotros, a nuestras mascotas les encanta recibirlos, y si se los realizamos de forma regular puede suponer muchos beneficios para nuestra mascota, pero no sólo para ella, ya que distingos estudios han demostrado que los dueños de perros y gatos que masajean a sus animales reducen su presión arterial más rápidamente y su sistema inmunitario se fortalece.
Lo primero que deberemos tener en cuenta a la hora de masajear a nuestro perro o gato, es que no podemos forzarlos. Debemos escoger un momento del día en el que el animal esté tranquilo, como cuando llegamos a casa o después de que el animal haya comido.
Deberemos hacerlo siempre más o menos a la misma hora y en el mismo lugar, para que nuestra mascota lo asocie con el masaje.
El masaje no debe durar más de diez minutos, ya que los músculos de nuestra mascota se cansarían y la experiencia podría ser desagradable.
Debemos comenzar el masaje por el cuello de nuestra mascota, asegurándonos de no ejercer demasiada presión, y masajeando con movimientos circulares. Baja después por la columna vertebral, mientras hablas suavemente para ayudar a tu perro o a tu gato a relajarse.
Continúa bajando por el cuerpo de tu mascota hasta las patas traseras, aunque si es un gato es un lugar que debes evitar porque es un punto sensible y no les gusta sentir roces en él). Masajea despacio cada pata y las almohadillas.
A continuación pon a tu perro o gato de lado y frota suavemente su barriga con las yemas de los dedos haciendo movimientos circulares. Acaríciale suavemente la cabeza y, para terminar, dale un premio que le guste.