Como puedes imaginar, las condiciones de vida de un perro rural son completamente diferentes a las de un can urbano. Mientras el primero puede estar en contacto con vacas, ovejas, cabellos, burros y otros animales, haciendo mucha vida en el exterior, el perro urbano vive en un piso y siempre sale a la calle acompañado de sus dueños.
De esta manera, los cuidados de los perros que viven en el campo deben ser más específicos para ellos. Y es que hay que tener en cuenta que al pasar más tiempo a la intemperie y tener contacto con animales de ganadería, los canes rurales están expuestos a más riesgos para la salud. Te hablamos sobre los cuidados específicos de estos perros a continuación.
Desparasitación
En primer lugar, debes saber que los parásitos internos proliferan entre los perros de ámbito rural que viven en contacto con animales de granja. Por eso, es importante desparasitar al can cada 45 días. También son más frecuentes las pulgas y las garrapatas, así que hay que mantener todo el año los métodos que previenen la aparición de estos parásitos, mientras que los perros urbanos, dependiendo de la zona donde vivan, pueden dejar de utilizarlos durante el invierno.
Leishmaniosis
También hay que tener en cuenta que los perros que viven en contacto con ganado necesitan una protección extra contra la leishmaniosis, especialmente en Madrid, Cataluña, Levante, Baleares y Andalucía, donde hay más prevalencia del mosquito que transmite el parásito de esta enfermedad.
Refugio
Es importante que el perro cuente con un alojamiento donde refugiarse del frío, el calor y la humedad, en el caso de que duerman en el exterior de la casa. Debería tratarse de una caseta con un aislamiento eficaz contra las temperaturas extremas y una orientación adecuada para proteger al animal del viento frío y del calor.
Vigilancia
Por último, los perros rurales deben estar vigilados para que no sean atropellados, robados, sufran malos tratos o accidentes.