¿Sabías que el 10% de los perros que acude al veterinario lo hace por una infección en el oído? Teniendo este dato en cuenta, es importante que prestemos una especial atención al cuidado de las orejas del perro. Y es que aunque mucha gente no lo sepa, muchas de las enfermedades que puede sufrir el animal vienen propiciadas por este tipo de infección.
Son los perros con las orejas caídas, como el Cocker o el Basset Hound, quienes suelen tener más problemas en los oídos, ya que tienen el conducto auditivo cerrado por el pabellón auricular, convirtiéndose en un nido de parásitos e infecciones que necesitan mucha más vigilancia. A continuación te damos las claves para que cuides las orejas de tu mascota.
Establecer una rutina
En primer lugar, es importante que establezcas una rutina para dedicarle un tiempo a la revisión y limpieza de las orejas de tu perro. Dependiendo de la raza, podrás hacerlo cada semana o cada dos semanas. Eso sí, es importante que acostumbres al animal desde cachorro.
Cómo limpiar las orejas
Para limpiar las orejas al animal necesitarás una toallita húmeda con la que te ocuparás de la parte externa del oído, es decir, lo que es la oreja en sí. Para la parte interna, lo mejor es que utilices una gasa esterilizada seca o empapada en algún producto destinado para este fin.
Por otro lado, deberás procurar que no le entre agua dentro de las orejas en el momento del baño, para lo que puedes utilizar tapones de algodón.
Perros con pelo en el conducto auditivo
Otros perros, como el Caniche o el Yorkshire, cuentan con pelo en el conducto auditivo, favoreciendo el cerumen, que provoca inflamación. Para evitarlo, se puede cortar delicadamente el pelo de la entrada del conducto, aunque si no lo ves fácil, puedes acudir al veterinario.