Los Loris lentos son unos primates verdaderamente interesantes. Tienen ojos excepcionalmente grandes, nariz húmeda, cabeza redondeada y un hocico estrecho. En la naturaleza, los loris lentos se mueven (como su nombre indica) muy lentamente y en silencio, por lo que son un gran manjar para los depredadores. Una de las especies más conocidas es la del pigmeo que son una especie muy pequeñita.
Al ser un animal solitario, caza y viaja en soledad. Rara vez se les ve en grupo excepto durante la temporada de apareamiento. Los Loris lentos pigmeo están distribuidos en varias partes de los trópicos y subtrópicos. La mayoría de la población se encuentra habitando los bosques de China, Vietnam, Camboya y Laos. Suelen tener tonalidades marrones y grisáceas en su piel, aunque también los hay de tonalidades rojizas.
A primera vista, este pequeño primate se parece más a un tierno osito de peluche. Un individuo adulto puede llegar a medir entre 18-21 cm de longitud. Les encantan los árboles y están dotados de unas características específicas, que les ayudan a cogerse bien a las ramas y desplazarse entre ellas.
Son animales nocturnos. Por el día duermen convirtiéndose en una bolita. Colocan su cabeza entre las piernas. Su dedo pulgar y la fuerte musculatura de las piernas les ayudan a sujetarse a los troncos de los árboles con firmeza. Se mantienen activos en la oscuridad, y por la noche este mamífero sale a por comida para alimentarse. Este comportamiento nocturno es otra adaptación de supervivencia ya que de esta forma reduce la competencia con otros animales arbóreos.