Seguramente escuchar a una ballena cantar es uno de los hechos más sorprendentes que nos puede brindar el reino animal, pero, sin duda, no es esta la única característica que convierte a estos mamíferos marinos en unos animales realmente especiales:
– La ballena azul, la especie más grande que existe, puede llegar a medir 33 metros de largo y a pesar 170 toneladas. Curiosamente, este animal se alimenta de krill, crustáceos diminutos que apenas superan los 70 milímetros de longitud. Cada día, una ballena azul puede llegar a ingerir una tonelada de krill al día para alimentarse.
– Las ballenas jorobadas recorren, en su migración anual, más de 8000 kilómetros desde los mares polares donde pasan el verano hasta los trópicos, donde pasan el invierno, época en la que se aparean y dan a luz a sus crías.
– El cerebro de una ballena azul puede llegar a pesar hasta 7 kilos.
– El periodo de gestación de la ballena dura unos 11 meses. Cuando nacen, los ballenatos miden algo más de siete metros y pesan dos toneladas. Las madres los nutren con leche, muy rica en grasa, lo que los ayuda a crecer rápidamente, ya que a los siete meses de vida pesan ya 23 toneladas y miden unos 16 metros.
– El estómago de las ballenas se divide en tres cámaras. En la primera se pueden encontrar los gastrolitos, piedras que las ballenas ingieren para ayudarles a triturar los grandes trozos de comida que han tragado.
– La famosa ballena blanca protagonista de la novela “Moby Dick”, era en realidad un cachalote gigante, ya que en la novela se indica que tenía dientes.
– La llamada que emiten las ballenas para comunicarse con otros ejemplares puede escucharse a más de 80 kilómetros de distancia.