El conejo es un animal muy limpio, pero eso no significa que no debamos ocuparemos de su aseo para que el animal esté en perfectas condiciones. Para ello, deberemos ocuparnos de bañarlo, cortarle las uñas y echar un vistazo a sus dientes, para comprobar que el animal goza de buen estado de salud.
El baño es un momento muy estresante para el conejo, por lo que debes hacerlo siempre sin movimientos bruscos y tranquilizando todo lo posible al animal. Para no destruir la protección natural de su pelo, no debes bañar a tu mascota más de dos veces al año. Debes utilizar un champú con un PH adecuado para su piel y siempre agua templada.
Evita bañarle en invierno, porque se podría resfriar. No debes mojarle los ojos ni las orejas, porque se le podrían irritar. Después del baño, debes secarlo bien, pero no utilices el secador, ya que, además de asustarle, puedes producirle alguna quemadura.
A la hora de cortarle las uñas, es mejor que la primera vez lo haga el veterinario, para que así puedas aprender cómo hacerlo.
Dado que crecen rápidamente, esta operación habrá que realizarla con frecuencia, para evitar que crezcan exageradamente.
Debemos mirar las uñas a contraluz, para así poder observar dónde comienzan los capilares. Sólo hay que cortar por la parte blanquecina, en la que no existen capilares, realizando un corte un poco inclinando para así seguir la forma de la uña. Si le cortamos demasiado por accidente, deberemos cortar la hemorragia presionando la zona con una gasa.
En cuanto a los dientes, no necesitan ser limpiados, pero sí debemos vigilar que crecen correctamente, sin desviaciones. Para evitar que esto ocurra, debemos proporcionarles suficiente heno.