Tener un perro como mascota implica una serie de responsabilidades y obligaciones como alimentarlo, mantenerlo en buen estado de salud, sacarlo a hacer ejercicio todos los días, etc. Pero sus obligaciones no quedan ahí, ya que tras la publicación de diversas ordenanzas municipales, debemos saber cómo y dónde pasear a nuestros compañeros para evitar ser multados por hacerlo incumpliendo las normativas municipales.
Una de las prohibiciones que los dueños menos respetan es la de pasear a los perros con correa. A todos nos gusta ver al animal correteando por los parques, o los montes, porque sabemos que así tanto nosotros como él disfrutamos más del paseo. Pero si lo hacemos en un lugar donde no esté permitido, tendremos que hacer frente al pago de una sanción que, dependiendo del lugar de España en el que nos encontremos puede variar entre los 150 euros donde la ley es más benéfica y los 3000 euros, si incumplimos esta obligación siendo propietarios de una de las razas de perros consideradas como peligrosas.
En otras ciudades los animales pueden ir sueltos a determinadas horas, pero siempre teniéndolos bajo control, o, de lo contrario tendremos que hacer frente a otra sanción, que se verá incrementada si nuestro perro molesta a otras personas o daña algún bien público.
Si somos dueños de un perro perteneciente a una de las razas catalogadas como peligrosas, debernos siempre pasearlo con correa y bozal, de no hacerlo así, tendremos que hacer frente a multas que pueden alcanzar los 600 euros, aunque si somos denunciados por este hecho por otro transeúnte, la multa puede ascender hasta los 2500 euros.
Así que, por muy dócil que sea nuestra mascota y aunque sepamos que no podrá causar ningún problema, deberemos atenernos a las normas, ya que de lo contrario nos puede salir caro.