El barbet o perro de aguas francés es un perro grande y peludo, que, según los historiadores proviene de Polonia, aunque otras hipótesis afirman que esta raza se originó en el Norte de África y que llegó a Europa durante la edad media.
La característica principal de esta raza, y la que le da su nombre (barbet en inglés significa barbudo) es la barba peluda que tiene bajo el mentón. En su origen fue utilizado para la caza de aves acuáticas, ya que su denso pelaje le permite estar varias horas en el agua sin tener frío.
Puede llegar a pesar entre 20 y 30 kilos y suele vivir unos doce años. Aunque es un perro grande, es ideal para los niños por su carácter tratable, alegre y afectuoso, que lo hace una mascota ideal con la que convivir en el hogar. Tampoco suele dar problemas si hay otros perros en casa, ya que suele llevarse bien con ellos, y disfruta mucho de la compañía de la gente.
También es un perro apto para convivir con personas mayores, a quienes proporciona un gran beneficio con su cariño y compañía.
Son perros muy inteligentes que aprenden rápido, aunque será necesario socializarlo desde muy temprana edad para evitar que se vuelva demasiado dominante.
Su pelaje es unicolor, y podemos encontrarlo en varios colores, como negro, gris, marrón, leonado, arena o blanca), aunque también puede presentar a veces una mezcla de colores.
Como a todo perro de aguas, al Barbet lo que más le gusta es chapotear y nadar en el agua, por lo que disfrutará mucho de paseos por los ríos o lagos, lugares donde pueda darse un chapuzón. Se adapta muy bien tanto a vivir en el campo como en la ciudad, pero si vive en un piso es necesario que haga bastante ejercicio todos los días.