El vómito no es exclusivo de las personas. Los perros también vomitan. Y, como sucede con los seres humanos, es señal de que algo no va bien. Es importante conocer las causas para ponerle solución porque, en algunos casos, puede ser señal de una enfermedad que requiere de atención veterinaria de forma rápida. Pero, ¿por qué vomita? ¿Cuándo es necesario ir corriendo al veterinario?
Causas
Aunque los motivos por los que el perro puede vomitar son diversos, hay una serie de causas que son las más frecuentes y habituales. Una de ellas es porque tiene una infección en el tracto digestivo de tipo vírico, como sucede con el parvovirus, o bien está relacionada por bacterias como en el caso de la salmonella.
Otras causas habituales son las intolerancias o alergias alimentarias o bien la ingesta de algún objeto o alimento que no forma parte de su dieta y no es conveniente que coma. Igualmente, el vómito puede responder a que haya ingerido sustancias tóxicas de manera accidental como un producto de limpieza.
El vómito se relaciona a su vez con efectos secundarios de alguna medicación, lo que quedaría descartado si el perro no está tomando ninguna. No obstante, es un factor a tener en cuenta.
Y, entre otras causas, figura la presencia de parásitos intestinales y tener una enfermedad en algún órgano vital como el páncreas o el hígado, entre otros. Si vomita, cuando se ha trasladado, como sucede en un viaje, puede simplemente ser un mareo.
Frecuencia
Cuando el perro vomita, varios son los aspectos que hay que tener en cuenta. Uno de los principales es la frecuencia. De este modo, si el can vomita más de tres veces seguidas en pocas horas, es conveniente ir rápidamente al veterinario.
La visita a la clínica veterinaria es también obligada si, además de vomitar, se detectan en el animal de compañía algún otro síntoma de una posible enfermedad como diarrea o dolor, entre otros. Fundamental igualmente acudir para visita clínica si en el vómito de aprecia sangre y si el can no tiene ganas de comer.
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