Al igual que nosotros, los gatos sufren alteraciones en la piel que les pueden causar pérdida de pelo o alopecia. Esta pérdida se suele acompañar de prurito e incluso de aparición de lesiones como costras o desescamación. Entre las causas principales de la alopecia podemos destacar:
– Estrés: Los gatos son animales rutinarios y tranquilos a quienes les gusta tener el control de su entorno. Cambios repetidos en su rutina, traslados frecuentes, la presencia de muchos animales en el hogar o la cercanía de perros que ladren continuamente puede provocarle mucho stress y, al igual que ocurre en los humanos, ese estrés mantenido puede causar que pierda el pelo debido a la dermatitis. Esta suele ser la causa principal de la pérdida de pelo de nuestra mascota.
– Infecciones parasitarias como la sarna, la demodecia o las micosis en la piel. Si el gato está infestado de pulgas también ellas pueden ser la causa de la pérdida de pelo. Por otra parte algunas bacterias también pueden ser las causantes; en estos casos se suele producir una alopecia por zonas.
– Después de la castración, algunos animales pueden sufrir alteraciones endocrinas que comporten la pérdida de pelo.
– Finalmente, debemos tener en cuenta que existen razas como la Cornish y la Devon Rex que tienen una alteración genética del pelo, que se traduce en falta de pelo primario y zonas de alopecia en su pelaje.
Una vez que percibamos la pérdida de pelo en nuestro gato, debemos llevarlo al veterinario para que, por medio de diferentes pruebas diagnósticas, determine el origen de la alopecia. Si tenemos más gatos en casa, deberemos mantenerlos alejados, porque si es debida a causas infecciosas se puede contagiar con facilidad.