Seguro que en más de una ocasión se han tenido en casa gusanos de seda. Aunque se tiende a pensar que es un animal que solo lo crían los niños, lo cierto es que hay adultos que son muy aficionados a este animal. Y, como todos, necesitan una serie de cuidados clave de higiene y de alimentación para que no se mueran y puedan criar.
Cuidados
Los gusanos de sede tienen que estar dentro de una caja de zapatos de cartón con unos agujeros en la tapa. Aunque por este emplazamiento se pueda pensar que no son necesarios unos cuidados específicos, lo cierto es que los gusanos de seda sí los precisan. Por ejemplo, es muy importante que estén a una adecuada temperatura, siendo lo idóneo 25 grados. Y es que, si hace frío, las orugas no saldrán de los huevos.
También es muy importante extremar las medidas de higiene, quitando todos los días los restos de comida y también de las mudas que realizan, así como de cualquier resto de suciedad con el fin de que no proliferen hongos o bacterias, entre otros gérmenes, que pueden acabar con la vida del gusano de seda.
Alimentación
La alimentación del gusano de seda es uno de los puntos más complicados. Y es que este animal solo se alimenta de hojas de morera. El problema es que la hoja es caduca por lo que no se encuentra todo el año. Un motivo por el que hay que hacer buenas provisiones de ella para que no falte porque, además, hay que cambiarlas cada 24 horas. El lado positivo es que se pueden congelar para ir sacando una cantidad determinada conforme se vaya necesitando.
Pero, además, hay que tener en cuenta las diferentes necesidades a lo largo de la vida del gusano. Por ejemplo, cuando son muy pequeñitos, las hojas de morera deben ser pequeñas y con brotes más tiernos. Conforme van creciendo, ya es posible darles hojas que son más duras y grandes.