¿Qué te parece si damos paso al fin de semana con una de esas historias que enternecen el corazón. Genial, ¿verdad? Pues como tus deseos son órdenes para nosotros, hoy queremos hablarte sobre Pero, un perro que ha recorrido 380 kilómetros en 12 días para reencontrarse con la que, hasta el momento, había sido su familia.
¿Te gustaría descubrir más detalles sobre esta curiosa historia? ¡Pues entonces no puedes perderte nada de lo que te contamos a continuación!
Un nuevo hogar para Pero
Como te decíamos, nuestro protagonista de hoy es Pero, un pastor ovejero que hasta hace un mes vivía con Alan James y su familia en Penrhyncoch, un pueblo de Gales. Sin embargo, el pasado mes de marzo sus dueños decidieron llevarlo a un nuevo hogar situado en Cockermouth, Cumbria, ya que ellos ya tenían muchos perros pastores. Allí también se encargaría de cuidar y guiar a las ovejas.
380 kilómetros en 12 días
El pasado 8 de abril Alan recibió una llamada de su amigo de Cockermouth, que le advertía de que Pero había desaparecido. Afortunadamente, días después, cuando el granjero se disponía a ir a vigilar a sus animales, se encontró con que su perro estaba esperándole en la puerta. Sí, había viajado 380 kilómetros para reencontrarse con su familia, un trayecto que duró unos 12 días.
Un gran misterio
Sin duda, su regreso es todo un misterio, aunque no se trata de algo descabellado, ya que algunos especialistas aseguran que los perros de labranza tienen una muy buena memoria espacial, además de un mecanismo de rastreo único. Como puedes imaginar, Alan y su familia han decidido que Pero se quedará con ellos en la granja toda la vida. Una vez más, demostramos que los perros son completamente fieles a sus dueños.