Si nuestro perro está sano, son pocas las veces que lo oiremos toser. Si un día tose más frecuentemente, normalmente será debido a una infección vírica que desaparecerá en unos días y nuestro perro dejará de toser. Pero si la tos continúa, es seca y aguda y se acompaña de otros síntomas como fatiga o falta de apetito, deberemos llevarlo al veterinario, porque puede que tenga una dolencia denominada traqueobronquitis infecciosa, también conocida como tos de las perreras, aunque ello no significa que sea una dolencia que sólo se de en perros acogidos en estos lugares.
Aunque el nombre suene preocupante, esta infección no suele ser grave, aunque sí muy contagiosa, por lo que si tenemos otros perros en casa deberemos aislar al animal enfermo hasta que se cure.
Normalmente tardará unas dos semanas y la infección remitirá por sí misma, sin necesidad de tratamiento, aunque la tos, al igual que nos ocurre a los humanos después de una gripe o un catarro, puede continuar durante unos días después de que el animal se haya curado por completo.
Sin embargo, eso no significa que no sigamos una serie de cuidados para lograr que nuestro perro pase la enfermedad de la mejor manera posible:
– Anímalo a comer: Normalmente perderán el apetito porque tienen la garganta inflamada y les duele al tragar los alimentos. Por ello lo mejor es calentarles un poco la comida y hacérsela caldosa, para que la puedan comer con facilidad. Es importante que le ayudemos a recuperar el apetito, porque de ese modo aumentaremos las defensas y lograremos que el animal se recupere antes.
– Usa un jarabe para la tos: Al igual que nosotros, los perros, después de muchas horas tosiendo, se sienten cansados y doloridos. Por ello, lo mejor es pedirle al veterinario que nos recete un jarabe que haga que la tos se reduzca, con lo cual nuestra mascota se sentirá más aliviada y relajada.