Uno de los placeres de los que podemos disfrutar cuando montamos a caballo y ya estamos preparados para ello, es salir a hacer excursiones por el campo a caballo, excursiones que, además de disfrutar de la compañía del animal, nos van permitir hacer frente a situaciones como vadear ríos, subir y bajar pendientes o incluso, si sabemos, saltar vallas, que harán de la excursión una experiencia inigualable.
Lo primero que tenemos que tener muy presente es que nunca se debe salir solo al campo a caballo, incluso siendo jinetes muy experimentados. No debemos olvidar que los caballos son animales asustadizos, y que la aparición de algún animal o algún ruido fuerte puede hacer que se desboque y suframos un accidente o al menos nos llevemos un buen susto.
Si tenemos que ir por la carretera, lo haremos siempre en fila de uno, sobre todo si hay mucho tráfico o si la carretera es muy estrecha y siempre caminaremos en la misma dirección del tráfico. Los jinetes inexpertos deberán ir acompañados por otros que tengan más experiencia para evitar problemas.
Si tenemos que bajar una cuesta, deberemos inclinarnos hacia atrás, de forma que nos quedemos verticales mientras el caballo baja y adelantaremos un poco las piernas. Es importante no dejar flojas las riendas, aunque tampoco las debemos tensar demasiado, ya que el caballo va a necesitar mover la cabeza y el cuello libremente. No intentaremos nunca el ritmo del animal, ya que él sabe cómo encontrar el camino para no desequilibrarse y caer y debe hacerlo a su paso.
Cuando subamos las cuestas, nos inclinaremos hacia adelante, levantándonos de la silla para ayudar al caballo al subir, inclinándonos hacia el cuello y permaneciendo suspendidos durante la subida.