¿Has observado como tu perro o tu gato “arrastra” su trasero por la casa y está todo el día incómodo? Pues bien, es posible que tu mascota tenga un problema en sus glándulas anales. Estas glándulas se encuentran en los laterales de su ano. Estas son las encargadas de formar un líquido oscuro que ayuda al animal a marcar su terreno. Como supondrás, estas se vacían cada vez que el animal hace caca.
El problema viene cuando no pueden expulsar este líquido. La solución a este problema es ayudar al animal a vaciar estas glándulas. Lo mejor es que lleves a tu amigo al veterinario. Él le ayudará a vaciar las glándulas. A partir de ese momento deberás tomar una decisión, ya que es posible que el animal vuelva a sufrir este problema: o bien le llevas al veterinario cada vez que esto le suceda, o bien aprendes a realizar el vaciado tu mismo.
Mucha gente lo termina haciendo de forma regular y aunque la primera vez no es demasiado agradable, todo es acostumbrarse. La primera vez es mejor que lo hagas bajo la supervisión del veterinario, así él te podrá indicar como debes hacerlo. Puede que te de corte y que pienses que vas a lastimar a tu mascota, pero esto no es así.
Parece repugnante pero piensa que aprender a hacerlo tú mismo evitará a tu mascota el estrés que supone ir al veterinario y que una persona, que posiblemente no le caiga demasiado bien, le toquetee su trasero.