La boca del perro contiene 42 dientes que le son necesarios para alimentarse y para desenvolverse en las relaciones con sus congéneres. Sin embargo, un can con problemas en las encías puede llegar a perder sus dientes y, con ellos, la calidad de vida y el bienestar. Por eso, es importante tener cuidado de esta parte del animal tan olvidada en ocasiones.
Una de las patologías más habituales en las encías del perro es la periodontitis, una inflamación de las encías que puede acabar con la caída de los dientes provocada por un exceso de placa y sarro en la boca del animal.
Síntomas
Hay diversas señales que alertan de que las encías del perro están enfermas. El exceso de placa y sarro, el mal aliento, el sangrado, la retracción de la encía, la pérdida del apetito, cambios de conducta a la hora de comer y el dolor al masticar pueden ser algunos de los síntomas. Sin embargo, el perro no expresa el dolor, por lo que la observación de los dueños es esencial, al igual que las revisiones anuales de la boca por el veterinario.
Limpieza bucal
Como más vale prevenir que curar, la higiene oral es esencial. Y es que la placa bacteriana es el principal enemigo de las encías del perro. Así, aparte del cepillado dental, es conveniente acudir al veterinario de manera periódica para llevar a cabo una limpieza bucal a fondo.
Alimentación
Por otro lado, es importante darle pienso de buena calidad, ya que estos están formulados para cubrir las necesidades orales del perro mientras que evitan que el sarro causante de las patologías gingivales caninas se acumule en los dientes. Además, las vitaminas A y C, presentes en alimentos de buena calidad y en algunas frutas que el perro sí puede comer, son esenciales para que el perro tenga una boca sana.