Descubre los diez peces más bonitos y coloridos del mundo, preciosas especies que viven en las aguas más profundas de bajo el mar.
Pez Mandarín: La sensación hipnótica de los cálidos rayos del sol inclinados hacia abajo en las aguas tropicales, rompen la fachada de agua y rebotan en las relucientes escamas de peces extraños, proporcionando una experiencia visual que permanece en la memoria para toda la vida. SEGUIR LEYENDO «Los peces más bonitos y coloridos»
El Pez Payaso, perteneciente a la familia Pomacentridae, más conocido por ser la especie protagonista de la película “Buscando a Nemo”. Se ha introducido en los acuarios marinos recientemente, procede de los arrecifes de coral del Indopacífico y vive en simbiosis con las anémonas, teóricamente una especie depredadora, de la que obtiene protección frente a posibles atacantes.
Esta clase de pez es fácil de obtener y posee un precio asequible, sus intensos colores rojo, rosa o naranja y blanco lo hacen muy vistoso, además de ser un regalo perfecto para los niños que lo reconocen por la película de Disney. Pero es una especie que requiere cuidados y no todos los aficionados son capaces de mantenerlo en buenas condiciones.
El pez payaso es carnívoro y necesita un aporte vegetal en su dieta. Su alimentación debería basarse en mejillones cocidos, pescado blanco, pulpo, gambas o langostinos, berberechos, acelga y espinaca cocida. Como complemento, podrías suministrarle comida seca, de primera calidad, artemia adulta y gusanos.
En el mar, los peces payaso persiguen a sus presas, por lo que para avivar su instinto de caza es recomendable distribuir la comida sin parar las corrientes de agua del acuario.
La reproducción de este pez obedece a la elevación de la temperatura del agua. En el acuario se puede inducir aumentando de forma gradual la temperatura hasta alcanzar los 28 ºC.
Si el acuario está demasiado poblado de depredadores que supongan una amenaza para los alevines, se pueden trasladar los huevos a un acuario diferente unos días antes de la eclosión. Los huevos nunca deberán entrar en contacto con el aire para evitar que se estropeen. En el otro acuario, se colocan encima de un difusor de burbujas finas, para que se bañen todos los huevos. De este modo, conseguirá que los alevines nazcan aún sin los cuidados paternales.