El juego del escondite es uno de los más divertidos y que, además, se puede jugar en familia, incluyendo a los niños más pequeños. Y, ¿por qué no jugarlo también con el perro? Y la verdad es que es posible. Es lo que se conoce como mantrailing. Es un juego muy parecido al escondite, aunque tiene alguna particularidad porque se trata de que el perro encuentre a una persona oculta a partir de un olor de referencia que se le proporciona como puede ser el de una prenda de vestir. Es una forma de que haga ejercicio y desarrolle sus habilidades y olfato, pero también de que disfrutéis de un buen tiempo de ocio todos juntos.
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