Dentro de las diversas técnicas de terapias con animales, encontramos una de las que pueden beneficiarse todos los que tengan un perro como mascota en casa, como es la caninoterapia.
Esta terapia se realiza mediante el contacto entre personas que presentan distintas dolencias y perros especialmente entrenados para, en cierto modo, actuar como terapeutas de estas personas.
Estas terapias pueden realizarse en hospitales, residencias de ancianos, etc., lugares donde estos perros pueden llevan cariño y compañía a personas que se sientan solas o deprimidas. También se utiliza la caninoterapia con personas que presentan dificultades de aprendizaje y aquellos que han pasado por situaciones altamente estresantes, como las víctimas de un desastre natural.
Todo perro puede ser utilizado para esta terapia, independientemente de su tamaño. Lo principal es que reúna una serie de cualidades como ser amistoso, tener paciencia, confiar en las personas y mostrarse tranquilo en cualquier situación. Es por ello que algunas razas, al ser más nerviosas, no suelen ser utilizadas para este tipo de terapias.
Disfrutar de los beneficios que nos puede proporcionar un perro es tan sencillo como comenzar por abrazarlo o acariciarlo. El perro se dejará hacer, y esa tranquilidad se transmitirá al paciente, que se sentirá relajado en compañía del animal. Los grupos de pacientes con los que usualmente se utiliza esta terapia son niños discapacitados, autistas, ancianos, personas con trastornos psicológicos, reclusos y drogadictos.
Las personas que reciben este tipo de terapias experimentan múltiples beneficios, ya que les ayuda a relajarse, a estar más activas, a combatir estados depresivos y de abandono y a combatir la ansiedad. Estos beneficios también podemos disfrutarlos nosotros si tenemos un perro en casa. Sólo abrazándolo, comprobaremos cómo nos sentiremos mejor y su compañía y el hecho de tener que cuidarlo nos ayudarán a mantenernos activos y a superar estados depresivos.