Los perros, por ser descendientes de los lobos, siempre han sido utilizados con la idea de vivir al aire libre y en manadas. Se les ha convertido en animales domésticos por eso su lado salvaje se ha suprimido casi en su totalidad. Los perros han sido capaces de identificar a su familia humana como su manada. Cuando los animales viven en manadas siempre existe un líder. Este líder llega a tener una vida envidiable.
Normalmente el líder es el que como primero, lo que significa que las partes más carnosas son para él. Llega a organizar las horas de juego, comidas, descanso, etc. Dejan muy claro al resto de compañeros quién es el que manda. Además, un líder nunca se disculpará por sus acciones, no importa lo que hace. Ahora, imagina que tu perro tiene estas características. El lado dominante de un perro puede ser algo muy desagradable.
No debes consentir esta dominación. Tú debes ser el líder de la manada. Para empezar a conseguirlo, es muy importante entender la lógica que hay detrás de todo lo que hace el animal para establecer su autoridad. También es muy importante entender que existe una delgada línea que separa a los perros hiperactivos de los agresivos. Los rasgos de un perro dominante son los siguientes:
– La negativa a obedecer las instrucciones y comandos
– Es difícil de controlar, incluso cuando va con correa
– Los intentos de dañar a miembros de la familia
– Es innecesariamente agresivo con los extraños y otros perros
– Es muy difícil recuperar los objetos que trae sin ser mordido