Cuidados del hámster ruso


El hámster ruso pertenece a la familia de los hámsters enanos, los parientes de menor tamaño del popular hámster dorado. En su pelaje se mezclan el tono café, el blanco y el gris y algunos presentan una característica línea negra o marrón oscura desde el cuello hasta la cola.

Aunque su tamaño sea pequeño, necesitará una jaula lo suficientemente espaciosa para moverse por ella con libertad. No debe faltar en su jaula una rueda para que pueda hacer ejercicio, aunque, a diferencia de las habituales, no debe tener huecos, sino ser lisa, ya que de lo contrario se le pueden enganchar las patas en los travesaños, pensados para los hámsters de mayor tamaño.

Son animales muy curiosos y activos, y aunque tienen hábitos nocturnos, que es cuando desarrollan su actividad principal, también tienen periodos en los que están despiertos durante el día.

En cuanto a la alimentación, podemos darle las mezclas para hámsters que encontramos en las tiendas de animales, aunque deberemos cuidar de que no ingiera demasiadas semillas de girasol, ya que por su alto contenido en grasa pueden generar sobrepeso y obesidad en el hámster. Un par de veces a la semana le añadiremos fruta y verdura fresca, siempre bien lavada. También podemos darle copos de avena o patatas hervidas para complementar su alimentación con hidratos de carbono. Y no debemos olvidarnos de las proteínas, en forma de atún, queso fresco o yogur.

No es aconsejable darle lechuga porque le provocará diarrea. Tampoco debemos alimentarle con galletas u otros dulces, chocolate, leche, bollería y alimentos similares.

Debe disponer de agua en abundancia, siempre en un bebedero de gota, ya que si se la ponemos en un recipiente es muy probable que lo vuelque.

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