Cuidados del caballo


Mantener a nuestro caballo en perfecto estado de salud requiere una serie de cuidados que deberemos proporcionarle de forma continua. De ese modo, nuestro animal no sólo estará más sano, sino alegre y vigoroso, lo cual nos permitirá disfrutar más de los momentos que pasemos montándolo.

– Es esencial que lo cepillemos diariamente con un cepillo de pasta o cerdas, siempre mediante movimientos longitudinales o circulares. Este acto no sólo contribuye a embellecer el pelaje del caballo y a su cuidado, sino que lo mantiene relajado y fortalece la relación entre el animal y su jinete.

– Después de montarlo o entrenarlo deberemos darle una ducha o echarle agua sobre el lomo de forma que desaparezca el sudor que el entrenamiento le ha causado. De otro modo, la acidez del sudor del caballo puede causarle problemas en la piel.

– Debemos cepillar y lavar tanto las crines como la cola cuando en ellas se haya acumulado tierra u o suciedad.

– Es necesario no olvidar que los caballos sufren con facilidad distintos tipos de infecciones cutáneas como la tiña y la sarna, que aparecen sobre todo en las zonas que están en contacto con las riendas, cinchas y otros arreos. Si nuestro caballo resulta infectado deberemos seguir en todo momento las indicaciones de nuestro veterinario, al tiempo que limpiamos en profundidad todos los artículos que pertenezcan al caballo que ha sido infectado, para evitar que, una vez sano, volvamos a infectarlo. Por ello también deberemos evitar el uso de dichos útiles de limpieza en otros caballos sanos, ya que son enfermedades muy contagiosas.

– Debemos desparasitarlo dos veces al año, aunque la frecuencia será mayor si existe alguna dolencia.

– También es necesario limpiar sus ojos y sus fosas nasales. Resultará casi imposible limpiar sus orejas, porque son muy sensibles y no deberemos nunca cortar los pelos interiores de las mismas, ya que sirven para protegerle de los insectos.

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