A pesar de que mucha gente pueda pensar lo contrario, los niños que viven con perros o gatos crecen más sanos y su sistema inmunológico es mucho más fuerte que el de un niño que no lo hace. Además, en el caso de los gatos, una buena relación con los niños hará que éstos aprendan muchas cosas que les serán de gran valor durante el resto de sus vidas.
Además, los gatos pueden también estimular la capacidad lectora de los niños, tal y como ha demostrado un programa que en los últimos meses puso en marcha un centro especializado. Pasemos a ver qué es eso que pueden aprender los gatos de sus felinas mascotas.
Mucho que aprender…
– Respeto: lo primero que aprenderá tu niño al estar con un gato es a respetar otras formas de vida, y ahí tú juegas un papel importante ya que deberás explicarle que los felinos también tienen sentimientos y diferentes comportamientos. Tendrá que darle cariño, llamarlo por su nombre, tratarlo con respeto… y gracias a todo eso estará más abierto a respetar mucho más a cualquier otra persona o animal.
– Espacio: los gatos son muy territoriales, así que tu hijo aprenderá a darle valor a su espacio y no invadirlo. Debes enseñarle a respetar el espacio de su mascota, algo que seguro aprende rápido ya que a él también le gustará que respeten el suyo.
– Responsabilidad: seguro que el niño se implica en los cuidados del gato, algo que debes fomentarle tú, con lo que aprenderá a ser responsable. Que le cambie el agua a diario, le ponga la comida, te ayude a limpiar el arenero… tareas indispensables para que el gato pueda estar en perfecto estado.
– Paciencia: no cabe duda de que convivir con un animal requiere paciencia, especialmente en el caso de los niños. Al ver que los gatos necesitan adaptarse a su vida en familia, y los más pequeños les ayudarán sin darse cuenta de los gatos también los ayudan a ellos. Te aseguro que habrá menos perrenchas en casa.