Consecuencias de la falta de ejercicio en los perros

Con el ritmo de vida que llevamos, no siempre tenemos a diario el tiempo suficiente para que nuestro perro haga ejercicio. Debido a esto, nos limitamos a llevarle a caminar unos minutos, esperar a que haga sus necesidades y volvemos a casa. A la larga, esta falta de ejercicio va a tener grandes consecuencias para la salud de nuestra mascota, pero también se va a ver reflejado en un comportamiento agresivo y destructivo que, a la larga, será muy difícil de controlar.

La primera consecuencia de la falta de ejercicio es la obesidad. Al no moverse, el animal no quemará las calorías que ingiere, y poco a poco irá engordando. Cuanto más peso gane, menos le apetecerá hacer ejercicio, lo cual aumentará a su vez el sobrepeso. Esta falta de ejercicio también hará que, a medida que envejece, el perro presente problemas en sus articulaciones y también aparecerán problemas cardiacos, debido a que su sistema cardiorrespiratorio no se ha desarrollado convenientemente.

También es importante para desarrollar su inteligencia. Durante el ejercicio, sobre todo si jugamos con él, su cerebro se ve estimulado por la presencia de otros perros, personas, sonidos, olores… etc., mejorando su socialización. Sin esta oportunidad, tu perro puede desarrollar problemas de comportamiento como miedo a otros perros, agresividad hacia otros animales o las personas, etc.

El no hacer ejercicio le llevará a acumular energía, lo que hará que en casa se muestre nervioso, ladre todo el tiempo y se dedique a morder y destrozar cualquier objeto que esté a su alcance e incluso, en casos extremos llegar a mordernos.

Para evitar esto, deberemos encontrar de media hora a una hora para que nuestro perro haga ejercicio cada día, acompañado de juegos como tirar la pelota o juegos de buscar y encontrar para que le resulte divertido y al mismo tiempo estimulante.