El Quetzal de cabeza dorada es un ave de la familia de los trogones cuyo nombre científico es Pharomachrus auricpes que habita en las selvas de Centro y Sudamérica. Durante las últimas décadas ha sido destruido su hábitat y se ha convertido en un objeto de coleccionista (lo que ha diezmado su población) por lo que hoy es conocido como una especie protegida.
A su lenta desaparición se debe a la deforestación de los lugares en donde habita. Son aves solitarias que apenas interactúan con el hombre, habitan tranquilamente entre los árboles, donde apenas se puede notar el batido de las alas que realizan cuando consumen su alimentación básica. Su dieta se centra en la ingesta de frutas y ocasionalmente insectos.
Es, como hemos dicho, un ave solitaria lo que le ha permitido sobrevivir en la selva durante muchos siglos sin apenas ser conocido por los investigadores. Este pájaro se ha adaptado perfectamente al entorno en el que vive: muchos árboles, humedad, el frío y la lluvia constante. Existen diferentes especies; el trogón mexicano y el trogón de collar. Miden 40 cm aunque el macho sea más grande porque su cola es tan larga que alcanza dos veces el tamaño de su cuerpo.
Ese largo de la cola ha influido en su manera de volar para evitar dañarla. De febrero a junio es la época de celo y la temporada en que los quetzales cantan mucho más. El canto es la forma de seducción del quetzal macho que al conseguir pareja construye su nido. Este nido es muy difícil de construir porque tiene un pico débil. Los huevos son empollados por ella durante el día y por él de noche durante 17 días.