Cualquiera puede tener un perro. Para ello no hace falta más que acercarse a una tienda de animales o a una perrera o refugio y comprar o adoptar un animal y ya seremos propietarios de una mascota.
En ocasiones, sin embargo, se nos olvida que tener una mascota implica una serie de obligaciones que deberemos cumplir si realmente queremos ser unos amos responsables, que ofrezcan todo el bienestar, calidad de vida y felicidad posible a los animales que comparten su vida con nosotros.
Un compañero
Nuestro perro quiere, ante todo, ser un compañero, y no limitarse a ser un juguete del que nos acordamos cuando da mucho la lata para comer o para que le saquemos a la calle o al parque, lo que significa que querrá compartir con nosotros muchas de nuestras actividades, incluso cuando nos limitamos a estar sentados viendo la televisión o leyendo y debemos proporcionarle ese tiempo y ese espacio junto a nosotros.
Que el perro sea un animal no significa que no tenga la capacidad de entender lo que queremos y esperamos de él cuando le educamos o le enseñamos algo. Simplemente debemos tener paciencia y adaptarnos a su ritmo de aprendizaje, sin castigarle ni enfadarnos, sino utilizando el refuerzo positivo para enseñarle.
No sólo debemos ocuparnos de nuestro perro, sino también preocuparnos de él, es decir, darle una comida de calidad y adecuada a su raza y edad, cuidar de su salud, jugar con él, divertirle, permitirle que haga todo el ejercicio que necesite, etc.
No lo abandones
Para un perro, el centro de su vida es su amo, y por ello la separación le resulta tan dolorosa y traumática al animal. Por ello, si por cualquier circunstancia no podemos hacernos cargo de él, nunca deberemos abandonarlo a su suerte, sino buscar a quien pueda hacerlo, ya sea una familia, un refugio o cualquier otro lugar donde estaremos seguros del bienestar del animal.
A mi me da mucha pena cuando la gente abandona los animales en la calle, algunos hasta los dejan en medio de las carreteras. No tienen corazón :(