Debemos ser cuidadosos con la alimentación que damos a nuestro gato. Puede que tu mascota sea un poco golosa, y maúlle lastimeramente cada vez que huele pechuga de pollo o pescado, pero no debes ceder. Muchos gatos tienen el estómago delicado y en su vejez pueden padecer trastornos graves si la alimentación que han recibido a lo largo de su vida no es la adecuada. Esta una lista resumida de aquello que debes evitar:
– Comida para perros, los gatos tienen necesidades diferentes a los perros, toman más proteína y más vitamina A. Si tienes perro y gato y un día, excepcionalmente das comida para perro a tu gato porque no hay otra cosa, no pasa nada, pero no dejes nunca que se convierta en una costumbre.
– Comida humana, alimentar a tu gato con sobras perjudica a tu gato, ya que no le proporciona los nutrientes que necesita. Además, se puede convertir en un hábito muy molesto para ti, así que intenta no acostumbrar a tu gato a probar de tu comida.
– Chocolate, a los gatos también les gusta el chocolate, pero para ellos resulta mucho más pernicioso que para nosotros. Les produce deshidratación, diarrea e incluso vómitos. A largo plazo puede provocar hasta úlceras. El café y el té también producen estos efectos, aunque seguro que tu gato no los huele con tanto interés como el chocolate.
– Cebolla, produce anemia en los gatos. Su fuerte olor les resulta muy molesto, así que no tendrás que preocuparte por alejarlos de las cebollas, ellos solos lo harán.
– Embutido curado, como el salchichón o incluso el jamón. A los gatos les gusta mucho su sabor pero es preferible darles embutido de pechuga de pavo o pollo.