A pesar de que a los perros les encantaría poder estar comiendo a todas horas y todo tipo de comida, lo cierto es que hay excepciones, con lo que muchos canes no comen al tener falta de apetito. Las razones pueden ser muy variadas, estando relacionadas casi siempre con el ambiente que les rodea o con su salud física o psicológica. Muchas causas que hay que tener en cuenta para poder ponerle remedio cuanto antes y que no aparezca alguna enfermedad relacionada con la alimentación inadecuada.
Causas más frecuentes
– Una de las principales razones para la falta de apetito es que el perro coma otros alimentos que no son los habituales, especialmente si es de forma frecuente. Las galletitas o los restos de comida casera pueden provocar que el perro no quiera su comida, ya que es obvio que lo otro resulta mucho más delicioso. Es muy importante que coma lo que le corresponde y en su horario.
– También se puede dar por el hecho de que el perro se aburra de comer siempre el mismo pienso o de que haya habido un cambio en su alimentación y no le guste o bien no sepa adaptarse a él. El pienso cubre las necesidades nutricionales del perro, pero está claro que no es una delicia para el paladar.
– Hay perros a los que les gusta llamar la atención de sus dueños, y muchos utilizan la alimentación para reclamar más cuidados y atenciones. Eso provoca que dejen de comer y que el dueño comience a darle caprichos culinarios para que se sienta mejor. Gran error.
– Por último, la depresión también puede ser una causa, ya que los perros se deprimen y entristecen por muchos motivos, como puede ser perder a un ser querido o sentirse solos al estar sin sus dueños muchas horas al día.