Como puedes imaginar, los atropellos y las caídas son las causas más habituales de fracturas o roturas de huesos en canes. Sin embargo, no todas las fracturas son iguales. De hecho, cuando son graves y el perro no recibe tratamiento, puede morir. Por eso, es importante seguir unos pautas en caso de que el animal sufra algún tipo de accidente. Por supuesto, lo primero que hay que hacer es acudir al veterinario.
Igual que ocurre con las personas, cuando ocurre un accidente y el perro está herido, lo mejor es moverlo lo menos posible durante su traslado al veterinario. Solo si se tienen ciertos conocimientos de primeros auxilios, se puede inmovilizar la zona lesionada con una revista o periódico, atado o vendado alrededor de la extremidad afectada.
Si el perro está inconsciente
En algunos casos, el perro puede quedar inconsciente tras sufrir una fractura. Si te ocurre esto, deberás trasladarlos al veterinario con la cabeza levantada y no doblar o comprimir el cuello. Así, evitarás que se trague la lengua y pueda respirar y reducirás el peligro de sufrir lesiones en la zona de las cervicales.
Un traslado rápido
Por supuesto, es fundamental que traslades al perro con rapidez. Hay clínicas veterinarias que cuentan con servicio de urgencia y están disponibles las 24 horas del día. Incluso, hay algunas que cuentan con una ambulancia.
Tipos de fracturas
Debes tener en cuenta que las lesiones internas pueden ser más graves que las fracturas, por lo que es importante que se localicen cuanto antes. En cuanto a las fracturas, las que se producen en huesos planos se sueldan solas, mientras que las localizadas en huesos largos, como el fémur, que rompen el tejido, son lesiones más graves que, incluso, pueden necesitar cirugía o cédulas que inmovilicen la zona afectada durante un mes.