Cuando un perro está sano goza de un apetito excelente, incluso rayano en la glotonería, tanto que, a veces, da la sensación de que podría pasarse el día entero comiendo, especialmente de las cosas que más le gustan. Por ello, cuando observamos que nuestro perro pierde el apetito nos preocupamos, porque es señal de que el animal no se encuentra bien, tanto desde el plano físico como mental.
Por ello, es necesario conocer las causas que pueden provocar la pérdida de apetito en nuestra mascota.
Causas físicas y psicológicas
Determinadas enfermedades pueden provocar falta de apetito en el perro. Por ello, si observamos que el animal no come o lo hace en mucha menor cantidad que habitualmente durante tres días, es necesario acudir al veterinario para que le reconozca y descubrir si padece alguna enfermedad.
También puede deberse a causas psicológicas, como una mudanza, la llegada de otro perro a la familia o de un bebé, viajes, matrimonios o divorcios pueden causar ansiedad o depresión en el animal y, con ello, pérdida de apetito.
Otras causas
Existen, sin embargo, otros motivos por los cuales nuestro perro puede perder el apetito, como el hecho de que le demos demasiadas galletitas, golosinas y premios a lo largo del día, en tal cantidad que el animal ya no necesita comer más. Estos suelen ser más apetitosos que su comida habitual y termina rechazándola.
La falta de variedad en la dieta también puede llevar a la inapetencia, especialmente si sólo alimentamos a nuestra mascota con pienso seco, que acaba volviéndose aburrido para el perro. Por ello es aconsejable combinarlo con otros alimentos frescos como un poco de pollo o carne o incluso con caldo de guisos o alimentos que hayamos preparado para nosotros, que le darán un sabor diferente y resultarán más apetitosos cuidando siempre, eso sí, de que no contengan ningún ingrediente que pueda resultar perjudicial para nuestra mascota.