Se acerca la peor época del año para nuestros perros. Hace más calor y encima son unos meses en los que aumenta la posibilidad de coger pulgas y cualquier otro tipo parásitos. El principal método para prevenir que nuestras mascotas acaben cogiendo pulgas es el collar antipulgas, ya que traen incorporados insecticidas potentes que repelen este tipo de insectos.
Es importante saber usar bien este tipo de collares para que sean 100% efectivos. No deben quitarse nunca, excepto en los momentos de baño, y deben estar en contacto directo con la piel. Debes tener en cuenta también que sea un collar adecuado al tamaño del perro, ya que si es una raza pequeña no puede llevar un collar demasiado ancho puesto que puede intoxicarse, y si es una raza grande y le pones un collar demasiado fino no le servirá de mucho.
Si tu mascota aún tiene menos de tres meses no los utilices, y si tienes una hembra no lo uses si está en estado de gestación. Suelen ser resistentes al agua, aunque no tanto como para bañarse con ellos. En caso de ingesta, debes inducirle el vómito rápidamente y consultar en el menor tiempo posible con tu veterinario.
Si vieras que en el momento de ponérselo por primera vez presenta síntomas de intolerancia debes quitárselo inmediatamente y darle un baño para quitar el producto de su pelo. Puede que tenga alergia a alguno de los componentes, aunque no suele ser habitual que pase. Para evitar situaciones como ésta puedes consultar al veterinario qué tipo de collar antipulgas es el más recomendado.