Los perros no utilizan únicamente las orejas o la cola para comunicarse. Utilizan también otras partes de su cuerpo que al combinarlas con vocalizaciones, los animales utilizan para poder expresarse. Es importante que sepamos comprender las emociones de nuestra mascota, por eso a continuación de ofrecemos una lista de cómo pueden reflejar cada uno de los siguientes sentimientos:
Agresión: su cola puede estar levantada, sus orejas hacia delante o paradas (podrán estar hacia atrás si el animal siente miedo al mismo tiempo), enseñará los dientes y mantendrá fija la mirada sobre aquel por el que se siente agredido. El cuerpo estará parado y echado hacia adelante, y su pelaje erizado. Emitirá gruñidos y ladridos constantes y fuertes.
Miedo: sus orejas estarán echadas hacia atrás y su cola hacia abajo entre sus patas traseras. Su hocico permanecerá cerrado, la cabeza agachada y los ojos entreabiertos e incluso cerrados. El animal estará encorvado o agachado, y emitirá normalmente gemidos.
Juego: las orejas en este caso estarán relajadas o echadas hacia delante. Moverá mucho su cola que estará levantada. La boca está relajada y los ojos muy abiertos. Saltará constantemente y su posición en ocasiones será con su parte delantera en el suelo y la parte trasera levantada (es lo que se conoce como posición esfinge). El perro podrá gemir, jadear, ladrar o emitir chillidos.
Sumisión: mantendrá las orejas hacia atrás y la cola hacia abajo. Su hocico podrá estar entreabierto. Evitará el contacto visual y podrá estar echado, en posición esfinge o girarse para dejar expuesto el abdomen. Emitirá generalmente chillidos.
Dominancia: sus orejas estarán hacia delante y erectas, y su cola completamente levantada. La cabeza haca adelante y el hocico cerrado. El animal estará parado completamente. Eso sí, con el pecho hacia fuera y el pelaje erizado. Puede gruñir y ladrar.