Consejos invernales para hurones


– Hoy en día las casas se calientan con diferentes tipos de calefacción, esto puede suponer un peligro para tu pequeño amigo. Estos animales son muy curiosos por lo que quemarse con la calefacción puede estar a la orden del día. Mantenle alejado de los radiadores y de las estufas que tengas. Si se llegará a quemar, mete la zona en agua fría y llévale al veterinario.

– Puede que en tu casa tengas calefactores de aire, pues bien, debes compensar los efectos por deshidratación que puede sufrir tu amigo. Mantén un humidificador por la zona por la que más ande y si ves que tiene el morro seco, puedes ponerle un poco de vaselina.

– Mantenle alejado de las corrientes de frío, así evitarás que se constipe. Si no se tratan bien los resfriados y se complican, tu mascota puede llegar a morir.

– Está bien que les aísles del frío, pero no te preocupes si un día de nieve decide salir a jugar en ella. Déjale unos cuantos minutos y cuando le metas en casa asegúrate de secarle perfectamente.

– Si vives en un clima frío, debes acostumbrar al pequeño al buen y al mal tiempo, es decir, al final del verano, dale paseos para que se acostumbre al aire más frío. Si poco a poco le acostumbras, el animal desarrollará un “abrigo” más gordito que le servirá para aclimatarse mejor a los cambios de tiempo.

– Cuando se vaya a dormir ponle algunas mantas entre las que se pueda acurrucar. Les encanta dormir muy tapados y con bastante calor.

Conocer a los hurones


Los hurones no son animales salvajes. Se les comenzó a domesticar hace muchísimos años aunque nadie sabe con exactitud cuando fue. En Gran Bretaña se utilizaban principalmente para ir a cazar. Eran los encargados de meterse en las madrigueras de los conejos y otros roedores para que al salir fueran disparados por el cazador.

También se han utilizado durante bastante tiempo para ayudar al transporte de cables, es decir, se les ataban mediante un arnés al cuerpo y se les introducía por los túneles donde debían ir los cables. Los hurones comenzaban a correr hasta llegar a la salida donde les esperaban para quitarles el arnés. Los hurones suelen vivir entre 6 y 10 años. Su hábitat natural son los bosques de Europa. Son solitarios y predominantemente nocturnos.


Son capaces de producir un fortísimo olor, mediante sus glándulas anales, que suelen utilizar para marcar su territorio. El tamaño del hurón varía de acuerdo con su hábitat, el tiempo que predomine en la zona y la disponibilidad de alimentos a los que tenga acceso. Construyen madrigueras entre las rocas y las raíces de los árboles o, a veces, se apropian de las madrigueras de los conejos que ya están vacías.


Principalmente cazan conejos, pequeños roedores y aves, pero los hurones también se alimentan de anfibios, huevos y aves carroñeras. Acechan a sus presas y después se abalanzan sobre ellas matándolas con un rápido y efectivo mordisco en el cuello. Las hembras tienen un celo al año y su período de gestación dura entre 40-42 días. Pueden tener unas 5 crías por embarazo y estas son destetadas a las 4 semanas.