Cómo bañar a una perra embarazada


Cuando nuestra perra está embarazada, debemos mantener la rutina del baño. Sin embargo, para no perjudicar su estado de salud ni el de los cachorros, es necesario tener una serie de precauciones cuando la bañemos:

Según los expertos, durante el embarazo, el animal necesitará un baño al mes si tiene el pelo largo y cada dos o tres meses si lo tiene corto. No es conveniente, sin embargo, bañarla en la recta final del embarazo, ya que ello crea un estrés en el animal que puede provocarle un aborto.
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Cómo bañar a un cachorro por primera vez


El primer baño del cachorro es una experiencia importante, ya que de él va depender que lo asocie con una experiencia positiva y acepte con facilidad ser bañado cada vez que es necesario. Por ello es importante ser pacientes y preparar bien su primer baño.

Se aconseja bañar por primera vez al cachorro una vez haya terminado el calendario de vacunación, ya que de ese modo evitaremos que se enfríe o que contraiga enfermedades como el moquillo.

Si nuestra bañera es muy grande, y nos va a resultar difícil controlar al animal y evitar que resbale, podemos utilizar el lavabo o elegir un barreño para él, donde lo bañaremos más cómodamente.
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Cómo bañar a una cobaya


Aunque las cobayas son unos animales muy limpios que raramente van a oler mal o a ensuciarse demasiado, sí es conveniente bañarlos de vez en cuando, con una periodicidad que puede variar entre los dos y los cuatro meses, dependiendo de la suciedad en el pelaje que acumule el animal. No debemos bañarlo más a menudo, ya que en ese caso corremos el riesgo de que pierda la protección natural de su pelaje.

Antes de bañarlo debemos tomar la temperatura al agua y asegurarnos de que no queme, para que la experiencia del baño no disguste al animal. Lo mejor es utilizar agua tibia tirando hacia caliente. Cuando lo introduzcamos en el agua, el animal se podrá muy nervioso, se moverá constantemente e intentará escapar. Debemos entonces tranquilizarlo, acariciándole y hablándole suavemente, para que el animal se tranquilice y pierda el miedo al baño.
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Bañar y cepillar a perros de pelo largo


Uno de los cuidados que tenemos que tener con nuestro perro es cepillarlo regularmente. Esto, que en principio resulta básico, no siempre es así. No hay más que observar los perros que nos encontramos a nuestro alrededor para darnos cuenta de que no siempre los amos se ocupan del aseo de los perros tal como deberían.

El baño y el cepillado no son sólo una cuestión de estética, sino que además van a contribuir a que la piel del perro esté en buen estado, eliminado hierbas, semillas y otros objetos irritantes al tiempo que controlamos que no haya parásitos como garrapatas o pulgas.

El baño debemos hacerlo siempre con champú para perros, eligiendo el específico para él, por lo que si tenemos un perro de pelo largo, utilizaremos este tipo de champú. Si no sabemos muy bien cual elegir, ya que hay una gran variedad en el mercado, lo mejor es pedir consejo al veterinario.
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Cómo bañar a tu caballo


Para mantener al caballo en perfectas condiciones de higiene es necesario, además de cepillarlo periódicamente y bañarlo. Cada cuánto debes bañarlo dependerá mucho del grado de actividad que haya tenido el animal. Si el animal está cansado y sudoroso después de hacer mucho ejercicio, el baño le ayudará a recuperarse y a relajarse, además de eliminar el sudor y el lodo de su cuerpo. Eso sí, no olvides que antes de bañarle debes pasear un rato con él para dejar que se relaje.

Si puedes, lo mejor es escoger un día soleada para bañarlo. De este modo el animal se va a secar más rápido y evitarás que enferme o que se le irrite la piel.

Para bañar a tu cabello lo primero que debes hacer atarlo en algún lugar cerca del establo y mojar la piel del animal con agua tibia, que le ayudará a relajarse, ya que el caballo probablemente esté nervioso o asustado, sobre todo si es la primera vez que lo bañas tú.
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Todo lo necesario para bañar a tu gato


Aunque los gatos son uno animales que están muy acostumbrados al aseo diario y le dedican gran parte del día a ello, bañar a tu gato puede resultar una tarea complicada si el animal no se ha acostumbrado al agua desde pequeño. Aún así los baños en estos animales deberían hacerse en aquellos casos en los que sea realmente necesario, si vemos que el animal está realmente sucio por algún motivo o si por ejemplo un tratamiento dermatológico lo requiere.

A la hora de bañar a nuestra mascota es necesario que tengamos en cuenta ciertas precauciones antes de meterles bajo el agua. En primer lugar es necesario que su calendario de vacunaciones esté al día. Es importante también que utilicemos un champú para gatos y no uno cualquiera como el que podemos usar nosotros. Tampoco es recomendable usar suavizantes o acondicionadores.

En la habitación en la que bañemos a nuestro gato la temperatura deberá ser templada y tendremos que evitar las posibles corrientes de aire que podrás perjudicar al animal. Es importantísimo también que el agua esté tibia. No ha de ser ni demasiado caliente ni demasiado fría. Lo mejor es una temperatura media de unos treinta grados. Un consejo para que el animal se acostumbre al ruido del agua es que la dejes correr un poco mientras el animal está cerca. Y evita siempre que esta le de directamente en las orejas o en la cara.

Una vez que el gato esté mojado habrá que llevar a cabo un enjabonamiento exhaustivo, y dejar durante unos cinco minutos aproximadamente que el jabón actúe sobre el manto del animal. Una vez enjabonado habrá que proceder a aclararle con agua abundante para evitar que puedan quedar restos de jabón que posteriormente le produzcan picores y malestar al animal.

Bañar al gato


Los gatos, generalmente, se mantiene perfectamente limpios, pero a veces se producen situaciones en las que te puedes ver obligado a tener que bañar a tu mascota. No es tan duro como muchos piensan, pero lo mejor es que si decidas bañar a tu gato de vez en cuando, comiences a acostumbrarle desde que es un cachorro.

Puedes utilizar el fregadero de la cocina. Tendrás que preparar algunas “herramientas”: dos toallas, champú para gatos, acondicionador para gatos de pelo largo, dos tazas grandes y una esponja limpia. Pon algo de plástico en la base del fregadero para que tu amigo no se escurra. Lo primero que puedes hacer es llenar dos a tres pulgadas de agua a temperatura templada el fregadero.

Pruebe el agua con su muñeca, tal y como lo haría con un biberón. En una de las tazas, echa un tapón de champú y échale directamente agua para que tu amigo no note el cambio de temperatura. Coge al gato suavemente y métele de manera rápida e el agua. Mientras le llevas con cuidado háblale con tranquilidad. Dale unos minutos para relajarse. Comienza a mojarle con cuidado sin salpicarle en la cara.

Cuando esté bien remojado, échale el champú de la taza por encima. Enjuágale bien, acariciándole todo el cuerpo. Échale bastante agua hasta que los residuos del champú hayan desaparecido completamente. Con la esponja limpia y húmeda, limpie la parte posterior de la cabeza y el hocico. Con una de las toallas cógele y ve acariciándole la tripita para secarle. Ponle encima de la otra toalla y sécale con cuidado.

El aseo general del gato


Con excepción de los gatos esfinge y Rex, la mayoría de los gatos están dotados de una capa de pelo, gruesa o fina, que estarán mudando prácticamente durante todo el año. En primavera y otoño nos encontraremos con que se les cae una gran cantidad de pelo, pero es normal. Con un cuidado adecuado, podremos evitar que nuestra mascota suelte gran cantidad de pelos encima de los sofás o alfombras.

Normalmente, para mantener en buenas condiciones a un gato de pelo corto, es más que suficiente con cepillarlo una vez a la semana, y a la mayoría de gatos de pelo semi-largo tampoco es necesario acicalarlos mucho más; sin embargo, la toilette diaria de un gato persa de pelo largo, por ejemplo, ya es otra historia.

La textura de la capa de un gato persa de pelo largo provoca que empiece a enredarse casi irremediablemente en muy pocos días si no nos preocupamos de cuidárselo bien, si se descuida durante algún tiempo, el gato puede llegar a sufrir irritación en la piel, erupciones y hasta calvas y sarpullidos. Los peines y cepillos más adecuados para usar dependerán de la textura y longitud del pelo de la raza en concreto; lo ideal es preguntar al criador que nos enseñe el equipo que usa él, porque la diferencia de tiempo, comodidad y resultado en el cuidado del pelo de un gato puede ser abismal si se usa el equipo adecuado o no.

La mayoría de los gatos que se exhiben en exposiciones están acostumbrados a ser bañados con champú de vez en cuando; y aunque dicha actividad no figure en nuestros planes para la mascota, si convendrá acostumbrarlo a tomar un baño de vez en cuando. Si no, cuando alguna vez necesitemos imperiosamente hacerlo por algún percance, la experiencia puede ser desastrosa para el gato y el dueño, por eso es mejor acostumbrarlo desde pequeño aunque no sea necesario.

Hay que usar siempre un champú para gatos, uno para personas o cualquier otro producto de limpieza podría dañar sin glándulas sebáceas; y en el caso de gatos excesivamente reticentes al baño, podemos utilizar un polvo especial sin perfume que absorbe la suciedad y el exceso de grasa.

Bañar al perro


No pienses que tu perro necesita un baño diario como tú, todo lo contrario, si realizas esta acción a diario puedes provocarle una serie de problemas de los que puede que nunca se recupere. No existen directrices estrictas sobre la frecuencia con la que se debe lavar a los perros. Esto dependerá de muchos factores, como por ejemplo: la raza, su salud, su estilo de vida, etc. Aquí tienes algunas pautas que puedes seguir para decidir cuándo lavar a tu amigo:

– Si tu perro tiene pulgas, garrapatas o cualquier otra clase de bicho, debes darle un buen baño para comenzar a suministrarle el tratamiento que necesite para eliminar a los bichos. Utiliza un champú especial que mate a los parásitos y sus huevos. Puede que tengas que continuar lavando al animal una vez a la semana o cada dos semanas, depende de lo que recomiende el veterinario.


– Si el perro tiene el pelo largo, debes implantar una rutina de aseo. Cepíllale y mantén su pelo sin nudos. Piensa que al andar, si es pequeño, arrastrará porquería entre sus faldas. Intenta recortárselas a menudo.

– Como cualquier persona, tu perro puede sufrir alergias que le producirán caspa. Coméntaselo a tu veterinario y compra un champú especial para este tipo de problemas. Si no le puedes bañar demasiado sería recomendable que le compres toallitas húmedas que además de refrescarle le quitarán las pieles muertas de su alergia.

Recuerda que para la mayoría de los perros la hora del baño es todo un problema, por lo tanto intenta hacer ese momento lo más agradable que puedas. Háblale con tranquilidad y de forma cariñosa antes, durante y después del baño.