Si hay una mascota cuyo nombre es sinónimo de escapismo, esa es el hámster. Es habitual que al limpiar su jaula o durante el juego, se escape. Y, aunque en ocasiones, no suele salir de la zona en la que está o de la habitación en la que está situada la jaula, cuando traspasa esa frontera es más difícil de encontrar porque se esconde en los lugares más recónditos y extraños de la casa. ¿Qué se puede hacer en estos casos? Aquí te damos unas pautas para que sepas cómo actuar en estas situaciones y logres localizar al hámster.
Rastreo
Cuando no has encontrado al hámster en el área más cercana, lo primero que se recomienda es hacer una labor de rastreo. Se realiza mejor por la noche porque los hámsters son animales nocturnos y es cuando mejor se les oye, facilitando así ser localizados.
En el caso de que no se le escuche en ninguna habituación, busca en lugares en los pueda haber frutos secos y, especialmente, pipas porque se sienten muy atraídos por ellas. No es raro que pueda estar dentro del armario en el que estén guardadas e, incluso, se las haya arreglado para entrar.
Trucos y trampas
Para localizar al hámster, también es posible recurrir a trucos como los de la harina y el papel de aluminio. El caso de la harina, se trata de poner un poco de este producto alrededor de las pipas o en algunos escondites en los que se crea que puede estar con el fin de poder seguir su rastro. Con el papel de aluminio, se le oirá moverse.
Otro buen truco es poner unas trampas, pero que no le harán daño. Por ejemplo, se puede poner comida en un tubo que tenga un extremo cerrado para atraerlo y conseguir cogerlo para devolverlo a la jaula. Algo similar se puede hacer con un cubo, estando recomendado untar las paredes con mantequilla para que resbale y no pueda salir.
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