¿Has oído hablar de la dieta BARF alguna vez? Puede que por el nombre no la conozcas, aunque es posible que te suene si te digo que consiste en ofrecer al can huesos y carnes crudas además de vegetales. Uno de los primeros impulsores fue el Dr. Ian Billinghurst, que sigue opinando que es la forma más sana de alimentar a perros y gatos, puesto que se asimila a lo que estos comerían en su ambiente salvaje original.
Como con todo en esta vida, este tipo de alimentación cuenta con defensores y detractores. Los primeros afirman que esta dieta satisface las necesidades nutricionales e instintivas del perro, evitando los conservantes y colorantes, mientras que sus detractores alertan sobre algunos de sus posibles riesgos. A continuación te damos todas las claves de la dieta BARF. ¿Estás preparado?
Qué es la dieta BARF
La dieta BARF o ACBA en español (Alimentación Cruda Biológicamente Apropiada) consiste en dar a los perros alimentos crudos como carnes, huesos, vísceras y vegetales diversos triturados. En general, un modelo de un menú BARF está compuesto por un 60% de huesos crudos carnosos, 25% de cualquier carne y un 15% de vegetales y hortalizas. Además, incluye otros ingredientes como el huevo crudo, aceite de bacalao y algunos complementos vitamínicos para perros.
Defensores
Como te hemos adelantado, los defensores de esta dieta afirman que se trata de la alimentación apropiada para el perro, ya que está basada en los orígenes alimentarios de los canes que, como el lobo, ingieren alimentos crudos en la naturaleza. Además, no contiene conservantes ni colorantes perjudiciales para la salud del animal.
Detractores
En cambio, algunos especialistas en nutrición canina no están de acuerdo con este tipo de alimentación. Para ellos, los piensos comerciales son lo mejor que puede consumir el animal, ya que los alimentos crudos suelen ser menos digestivos. Además, un exceso de proteínas en la dieta puede provocar algunas dolencias, como problemas renales, o gastrointestinales.
¿Tú qué opinas sobre esta dieta?