Puede que ya lo sospecharas, pero la ciencia lo ha acabado confirmando. Y es que al parecer, sí que es cierto que los bostezos humanos también son contagiosos para los perros. Lo ha demostrado un equipo de científicos de la Universidad de Londres.
Según los científicos, la mitad de los humanos somos vulnerables al contagioso bostezo y su poder de expansión entre las personas crece cuando éstas son conocidas y sienten un cierto apego mutuo. Lo mismo ocurre con los canes, ya que el efecto magnético funciona mejor cuando el autor de la inspiración es una persona conocida para el animal.
Más de la mitad de los perros
Al igual que ocurre con las personas, la mitad de los perros son contagiados por el bostezo. Además, según algunos los expertos, también quedan atrapados por el sentimiento de cansancio o relajación de la persona que los emite.
Un cariño especial
Eso sí, como te hemos comentado antes, las probabilidades de que el bostezo se propague crecen cuando el perro siente un cariño especial por esta persona. Es decir, los mejores amigos del hombre responden más intensamente a las acciones de sus dueños que a las de los desconocidos. Al menos es lo que concluye un estudio realizado por la Universidad de Tokio.
Sin embargo, cuando el que bosteza frente a ellos está fingiendo el movimiento, el contagio no se produce, lo que demuestra que los perros no son tan fáciles de engañar.
Otros animales
Ya sabemos que los bostezos se propagan entre humanos y perros pero, ¿qué ocurre con los gatos? Por el momento no hay estudios que concluyan que este fenómeno también se produce con los felinos, aunque sí se ha comprobado que el contagioso bostezo afecta a especies salvajes como el chimpancé.