El sorprendente Komondor


Lo primero que llama la atención en el Komondor es su aspecto. Su largo pelaje le cubre por entero, desde la cabeza hasta la cola. , dándole una apariencia extraña e incluso fantasmal si lo tiene demasiado largo. Aunque es un perro muy antiguo, no ha sido hasta 1920 cuando comenzó a popularizarse, momento en el que comenzó a participar en exposiciones caninas.

La raza Komondor es originaria del Tíbet, pero se ha desarrollado sobre todo en Hungría, donde fue llevada por nómadas magiares. Desde el s XVI se ha utilizado para cuidar ganado, actividad que sigue desempeñando hoy en día. Ha tenido también una gran difusión en los Estados Unidos, donde se lo utiliza tanto para guardar ganado como perro de guardia.

Es un perro de gran tamaño que puede alcanzar los 80 centímetros. Su pelaje es siempre de color blanco y denso, debido a su origen tibetano. Sus ojos son de color pardo y destaca en él su andar altivo.

Aunque su tenencia se ha popularizado, no es un perro para dueños inexpertos, ya que necesita recibir lecciones de obediencia desde pequeño. De lo contrario, su terquedad y su fuerza puede hacer que se vuelvan desobedientes llegando incluso a ser agresivos. Si hay niños en casa debemos pensárnoslo dos veces antes de adquirir un Komondor, ya que no es tiene mucha paciencia con los niños.

Debido a que es un perro protector de ganado, este instinto lo traslada a las familias con las que vive, por lo que debemos tener especial cuidado cuando alguien desconocido entre en casa, porque puede reaccionar con agresividad.

Necesita mucho ejercicio, por lo que es preferible tenerlo en el campo o en un jardín. Debemos lavarlo mensualmente para mantener su pelo en perfecto estado y es conveniente cepillarlo de vez en cuando, tarea que nos puede llevar hasta dos horas.

Cómo tratar al perro miedoso


Algunos perros, como les ocurre a los seres humanos, son miedosos o tímidos. Normalmente esto se deriva de experiencias pasadas, cuando ha sido maltratado física o verbalmente, o ha sido abandonado o no ha tenido suficientes experiencias de socialización cuando era un cachorro. Todo ello hace que el animal pierda la confianza en sí mismo, volviéndose un perro temeroso ante cualquier estímulo, lo que también lo vuelve un animal inestable, ya que el miedo lo puede volver agresivo.

Si tienes un perro de estas características, debes saber que, al igual que ha perdido la confianza, poco a poco puede volver a recuperarla, dejando de ser miedoso y pasando a ser un perro tranquilo. Sin embargo, este es un proceso lento que requiere paciencia y comprensión por nuestra parte. Para lograrlo se pueden seguir las siguientes pautas:

Debes proteger el espacio personal del perro: No dejes que le atosiguen personas que no conocen. Si quieren acariciarlo, debes indicarles que lo hagan en el cuello o en el pecho en lugar de en la cabeza, sobre todo si es un perro que ha sufrido maltrato físico. De ese modo el perro se sentirá más tranquilo porque no percibirá el ademán de la caricia como una amenaza.

Distráele cuando tenga miedo: Si notas que tu perro se encoge, mete el rabo entre las patas y que arquea la espalda, debes quitar su atención del estímulo, corriendo o jugando con él, utilizando algo que le llame la atención, como su pelota preferida o una actividad divertida de forma que convirtamos un momento de miedo en una situación divertida y logremos que poco a poco el perro asocie ambas ideas. No

Terapia con perros para pacientes de Alzheimer


Que el perro es el mejor amigo del hombre es algo que hoy en día ya nadie duda. Aparte de hacernos compañía y ser un compañero fiel, nos ayudan a rescatar personas desaparecidas tras grandes catástrofes, detectar drogas y ayudar a personas ciegas.

Estas cualidades no terminan aquí, ya que recientemente se ha constatado que tienen un efecto muy positivo en aquellas personas que sufren la enfermedad de Alzheimer y otro tipo de demencias asociadas a la edad, enfermedades degenerativas que se caracterizan por una pérdida progresiva de la memoria y el deterioro de otras facultades mentales.

La terapia realizada con estos animales consiste en la interacción entre el perro y el enfermo mediante juegos sencillos que ayudan a los pacientes a mejorar su nivel de concentración y a recordar nociones básicas como los números y colores, al tiempo que los ayudan a relajarse y mejoran su nivel de socialización.

Las sesiones de terapia con perros suelen durar en torno a una hora, durante las cuales los enfermos pueden sacar a pasear a los perros o bien jugar con ellos, realizando actividades como tirarle la pelota, lo que favorece la psicomotricidad de los pacientes o juegos de memoria que hacen que los afectados deban realizar operaciones matemáticas sencillas o a reconocer los números y letras que el perro les lleva. De este modo se logra estimular las facultades que más mermadas se ven por esta dolencia, permitiendo retrasar el deterioro cognitivo que sufren los pacientes.

Para desempeñar esta función se eligen razas de perros tranquilas que no puedan asustar a los pacientes y se les entrena para la terapia. Lo primero que aprenden es a apoyar la cabeza la cabeza sobre el paciente dejándose acariciar, parte muy importante de la terapia necesaria para que el enfermo confíe en el perro.

El elegante galgo afgano


Este perro que hoy participa en concursos de belleza y puede pasarse horas en las peluquerías acicalando su pelaje fue en su origen un cazador de liebres y gacelas. Es originario del desierto del Sinaí y es una raza que se conoce desde la antigüedad, ya que se han encontrado referencias a ella en papiros egipcios de hace más de 5000 años.

Es un perro con un carácter bastante tranquilo, silencioso y reservado, aunque también tiene momentos en los que se comporta alegre y juguetón. Es intuitivo y tiene buena memoria, y una de sus grandes pasiones es correr a toda velocidad al aire libre, por lo que necesita mucho ejercicio. Al mismo tiempo es un perro muy sensible, por lo que es necesario socializarlo desde los seis meses, para que esa sensibilidad no lo vuelva un perro tímido e introvertido. Su relación con otros perros suele ser buena.

Lo más característico de esta raza es el pelaje largo, sedoso y fino que cubre todo el cuerpo, desde la cabeza a la punta de la cola. Puede ser de cualquier color, desde canela hasta negro y su cara alargada es quizá la parte del cuerpo que más nos recuerda que se trata de un galgo.

Es necesario, para mantener el pelaje del galgo afgano en buen estado, cepillarlo tres veces por semana y bañarlo una vez al mes. De ese modo presentará un aspecto impecable y lucirá en toda su belleza. Dadas las características del manto de pelo, puede ser necesaria la ayuda de un profesional para mantenerlo en óptimas condiciones. Es una gran compañía, y su carácter independiente hace de él un perro tranquilo que puede convivir bien en el hogar.

Entrenamiento de perros guía


Esperando el autobús, en un paso de peatones, en el metro en hora punta… son muchos los lugares en los que podemos ver cómo trabaja un perro guía ayudando a su amo a superar obstáculos, a cruzar cuando no hay peligro a, en definitiva, ser los ojos que aquellos que no pueden ver.

Esta capacidad, que resulta sorprendente e incluso a veces increíble, es fruto de un esmerado entrenamiento que los capacita para ser perros guía.

No todos los perros se pueden utilizar como perros guía, no sólo por su carácter, que debe ser sociable tanto con los hombres como con los otros animales, sino también porque deben tener un alto grado de inteligencia y un tamaño aproximado en torno a los 55 centímetros.

Las razas más utilizadas para esta función son el Pastor Alemán, el Labrador Retriever y Golden Retriever. Es en torno a los doce meses cuando el perro debe comenzar su entrenamiento, que durará unos cuatro meses y mediante el cual aprenderá a obedecer órdenes y desobedecerlas cuando sea necesario para proteger la integridad física de su amo. Lo primero que aprenderá es a acostumbrase al arnés, que es indispensable para su trabajo y además lo distingue del resto de los perros, aparte de ser la herramienta mediante la cual el invidente siente los movimientos que hace el perro. Después aprenderá a esquivar obstáculos, observar si se puede cruzar la calle e incluso evitar obstáculos colgantes que, aunque a él no le afecten sí pueden dañar a la persona que lo acompaña.

El entrenamiento continúa enseñando al perro a subir a los transportes públicos, buscar algún lugar vacío para su amo y permanecer quieto, así como a comportarse en lugares públicos como restaurantes o tiendas. Finalmente, el instructor se vendará los ojos y se dejará guiar por el perro, prueba que será la que determine si el perro es apto para desempeñar las funciones de perro-guía.

Razas de perros adecuadas para convivir con niños


Tener un perro teniendo hijos pequeños es siempre una buena idea. Aparte de tener un compañero de juegos ideal, los niños aprenderán a cuidar de un ser vivo y a ser responsables de él, enseñanzas que serán muy útiles para su futuro. También hemos de enseñarles a respetar y no maltratar al animalito. Pero si hemos decidido que haya un nuevo miembro en nuestra familia, deberemos asegurarnos de que sea una raza idónea para convivir con niños, ya que no todas son aptas para ello. Entre los mejores compañeros para nuestros hijos, podemos destacar los siguientes:

Bulldog francés: Este pequeño es realmente encantador con los niños, ya que siempre le gusta recibir las atenciones de sus dueños, por lo que no perderá la paciencia cuando los niños jueguen con él.

Shih Tzu: Es un perro muy dulce y afectuoso a quien le gusta mucho el movimiento. Aunque su pelaje requiere ser cuidado con asiduidad, el cepillado y otros cuidados pueden convertirse en sesiones divertidas con los niños.

Labrador y Golden Retriever: Ambas razas son muy juguetonas y de buen carácter, por lo que hacen muy buenas migas con los niños con rapidez.

Maltés: Son pequeñitos, peludos y muy afectuosos, por lo que les encantarán los mimos de los niños. Su docilidad y su inteligencia los convierten en una raza ideal para ellos. Además, por su pequeño tamaño se adaptan muy bien a vivir en un piso.

Beagle: Es un perro cuya popularidad está aumentando y cada vez se ve más en nuestros parques y ciudades, y no es de extrañar, ya que es un perro al que le encantan los niños, además de ser muy paciente y tener muy buen carácter. Eso sí, es un perro muy activo y es necesario que haga ejercicio con frecuencia.

Cuidados de los ojos del perro


Los ojos de los perros son capaces de transmitirlo todo. Con una mirada nos dicen si están tristes, contentos, e incluso nos expresan el amor que sienten por nosotros. Para preservar esta mirada llena de inteligencia y expresividad, es necesario que prodiguemos a los ojos de nuestras mascotas los cuidados necesarios, de manera que podamos evitar complicaciones que serían más graves. Si observamos cualquier anomalía en los mismos, será necesario que lo llevemos a un veterinario para que compruebe el tipo de lesión y la trate adecuadamente.

Los perros, al igual que los humanos, se despiertan con legañas en los ojos cada mañana, que deberemos limpiar todos los días. Para ello utilizaremos una bola de algodón o una gasa suave empapada en suero fisiológico, retirando las legañas en dirección al hocico.

En los perros de pelaje de color blanco es frecuente que se obstruyan los conductos lacrimales, lo que hace que se derramen lágrimas por las comisuras del ojo del perro llegando en algunos casos al borde del hocico, produciendo esas manchas amarronadas tan características en algunos perros de este color. Para evitar la aparición de estas manchas deberemos utilizar productos especialmente diseñados para limpiar estas secreciones.

Es habitual que los perros presenten conjuntivitis, que podremos detectar por la inflamación y el enrojecimiento alrededor del ojo. Cuando observemos estos síntomas deberemos llevarlo al veterinario para que sean tratados, porque de lo contrario el picor y el escozor harán que nuestro perro se intente rascar los ojos, con lo que, además de empeorar la conjuntivitis, puede provocarse arañazos y laceraciones que agraven su situación.

También existen razas en las que es frecuente que se dé sequedad en el ojo. En ese caso deberemos pedir al veterinario que nos indique el tratamiento adecuado para los ojos secos de nuestros perros.

La historia del Keeshond


El Keeshond (plural: Keeshonden) proviene de la familia de los Spitz, aunque su origen exacto no está documentado. Al parecer, su origen está en Holanda, al menos desde el siglo XVIII que es cuando se tienen noticias de este fiel compañero y enérgico guardián. La raza, más tarde, sería conocida por ser un perro de barcos, ya que se mantuvo como perro guardián de algunas embarcaciones que navegaban por el río Rhin.

Un golpe del destino hizo que la raza se viera envuelta en los acontecimientos políticos de Holanda en los años anteriores a la Revolución Francesa. El líder de la facción patriota fue un hombre llamado Kees de Gyselaer, quien era propietario de uno de estos perros. El perro se llamaba Kees y era el protagonista de las caricaturas políticas que el partido lanzaba al público. El animal se convirtió en un símbolo de patriotismo.

Por desgracia para el Keeshond, los patriotas no ganaron, y muchos propietarios de estos perros los abandonaron para que no se les identificara con la parte perdedora. Si algo más podía empeorar para la raza, lo hizo: las barcazas que flotaban por el Rin se hicieron más grandes, y las pequeñas decidieron ir prescindiendo de ellos. Sin embargo, la raza sobrevivió, aunque con un número bajo. Algunos barqueros y agricultores, se preocuparon de que la raza pudiera sobrevivir.

En 1920, la Baronesa van Hardenbroek inició una campaña de rescate de todos los animales que habían sobrevivido. Poco a poco, consiguió que la raza se recuperara y que se convirtiera en el perro nacional de Holanda. El Keeshond es bastante enérgico y juguetón, muy atento y cariñoso, y siempre está listo para la aventura. Es sensible y aprende con facilidad.

Calendario de vacunación del perro


El precioso cachorrillo que a partir de ahora va a compartir la vida contigo, acaba de llegar a casa. Es precisamente por esa convivencia tan estrecha por lo que tienes que mantenerlo en un estado de salud óptimo, no sólo por el bien de tu mascota, sino por el tuyo y el de los que te rodean, ya que cuando comiences a pasear a tu perro entrará en contacto con otros perros y otros ambientes, por lo que puede estar expuesto a diferentes tipos de enfermedades.

Para evitar esto deberemos seguir un calendario de vacunación que nos indicará cuándo deberemos comenzar a vacunarle, qué vacunas le deberemos poner y a qué edad. Será el veterinario quien te indique la vacunación necesaria para que tu perro esté totalmente inmunizado, ya que en cada zona unas enfermedades se dan con mayor incidencia que otras.

Antes de vacunarlo es importante que tu perro esté desparasitado, porque los cachorros nacen con parásitos que han adquirido a través de la placenta, por lo que es importante eliminarlos antes de la vacuna. Esta desparasitación se repetirá cada vez que vacunes a tu perro. El calendario a seguir en la vacunación es el siguiente:

– A partir del mes y medio, ya puedes ponerle la primera vacuna, la triple

– A las ocho semanas la que le protege de enfermedades como el parvovirus, el moquillo y la hepatitis, entre otras.

– A las diez semanas es necesario revacunarle con un refuerzo de la triple.

-A las doce semanas se le revacuna con un refuerzo de la parvovirus.

– A partir de los tres meses la vacuna de la rabia.

– De los cuatro a los seis meses, se le debe vacunar contra la leptospira.

– Cada seis meses es necesario repetir la vacunación de todas las enfermedades excepto de la rabia, ya que la vacunación de la rabia es anual.

El inteligente Golden Retriever


Si hay un perro amistoso y cariñoso es, sin duda, el Golden Retriever. Es un perro muy sociable que adora el contacto tanto de otros perros como de los humanos. Pero sus habilidades no terminan ahí, ya que su inteligencia y el resto de sus cualidades lo hacen ser el perro de rescate ideal, además de ser utilizado como perro de asistencia y como lazarillo para las personas ciegas. Su gran sensibilidad también los hace aptos para ser utilizados en la terapia con animales.

La raza nació en Inglaterra, producto de los cruces entre Retriever y Spaniel de Agua Tweed, para luego añadir algo de Bloodhound y de Setter Irlandés. Fue en la década de 1890 cuando la raza ya existía como tal.

Es su característico pelaje dorado lo que le da su nombre, y debe ser denso y resistente al agua, pudiendo ser recto o totalmente ondulado. Según va creciendo, su pelaje se puede ir volviendo más claro o más oscuro, además de irse blanqueando la zona del hocico y la piel. Posee flecos de pelo en las patas traseras, el cuello, el pecho y la cola.

La altura de los machos puede oscilar entre los 56 y los 61 centímetros y pesar entre 31 y 36 kilos, mientras que las hembras miden entre 51 y 56 centímetros y pesan entre 27 y 31 kilos.

El Golden Retriever tiene muy buen carácter y es muy ágil y juguetón, por lo que le encanta dar largos paseos y jugar con todo tipo de objetos como pelotas, palos, etc. Posee un gran olfato y le gusta mucho nadar en el agua. Es muy inteligente, muy vital y, sobre todo, muy dócil.

Quizá la única pega que tienen es que pierden pelo durante todo el año, por lo que será necesario cepillarlos diariamente para mantener su pelaje en perfectas condiciones y evitar que la casa se llene de pelos.