Cómo vaciar el acuario de nuestros peces


Los peces necesitan tener siempre su acuario limpio, y para poder limpiarlo a fondo es necesario que quitemos todo el agua del tanque para poder renovarla. Pero no hay nada más traumático para estos animales que salir del agua, así que tendremos que sacarles con cuidado de ella siguiendo una serie de pasos para no perjudicarles durante este vaciado del acuario. Estos pasos hay que seguirlos estrictamente, puesto que si no lo hacemos bien los peces pueden llegar a estresarse, algo que puede llevarles a la muerte.

Lo primero que hay que hacer entonces es sacar al pez o a los peces del acuario. Para ello lo mejor es ponerles en una bolsa de plástico llena de agua hasta la mitad aproximadamente. Una vez que estén en ellas lo mejor es dejar la bolsa en un lugar oscuro de la casa para evitar que se asusten y se agiten. Si ves que el vaciado del acuario te puede llevar más de una hora, no olvides añadir más oxígeno a la bolsa en la que están tus mascotas de vez en cuando.

Lo siguiente será sacar todas las plantas decorativas, conchas, corales y demás objetos que hayamos puesto para decorar nuestro acuario. Para evitar que se sequen los tendremos que poner en un barreño. Hecho esto, no deberemos lanzarnos de inmediato a limpiar el interior del tanque. En él habitan bacterias de las cuales algunas son necesarias para nuestros peces. Habrá que esperar unos diez días aproximadamente para poder limpiar tanto el filtro del acuario como los accesorios.

El agua salada nueva deberá estar preparada un día antes de que volvamos a meter a nuestros peces. Lo mejor es guardar el máximo agua posible que había en el acuario y mezclarla con este agua nueva. Además, cuando vayamos a devolver los animales al acuario tendremos que evitar que el agua que hay en las bolsas caiga al acuario.

Un acuario siempre limpio


Si eres de los que tienen poco tiempo pero sientes que tener animales es una necesidad, decantarte por un acuario es una decisión acertada, ya que los peces tienen las claras ventajas de que no tienen que salir de casa ni tampoco ser limpiados por sus dueños.

Pero hay un cuidado que no se puede pasar por alto, y es la limpieza de la pecera, ya que si no tenemos en cuenta ciertos puntos básicos la suciedad invadirá el hogar de nuestros peces y, además del mal efecto, puede provocar enfermedades a los habitantes del acuario. Para evitarlo debemos cuidar tres elementos:

– El agua: Aunque los filtros son básicos para mantener depurada el agua, este recurso natural se va reduciendo con el paso de los días, por lo que estaremos obligados a rellenar el acuario de vez en cuando. Cada día que lo hagamos, también debemos añadir unas gotas de una disolución biológica con bacterias de limpieza y otras de acondicionador de agua anticloro, dos líquidos que se pueden adquirir en las tiendas de animales.

– El cristal: debemos limpiarlo por fuera con cualquier producto o toallita específicos para cristales, pero también debe mantenerse reluciente por dentro, que es donde más suciedad se acumula. Por esta razón uno de los miembros indispensables de nuestro acuario debe ser un plecostomus, un pez con boca en forma de ventosa que se alimenta del verdín y que crece a pasos agigantados, por lo que, cuanto más grande sea, más limpios estarán los cristales.

– El fondo: Otra especie que debemos tener siempre en la pecera son las coridoras, que también se alimentan del verdín pero del que queda sobre el fondo o sobre las piedras, en caso de que las tengamos como elemento decorativo. La mayoría son oscuros, pero también existen blancos, que dan mayor colorido a la pecera.

Los peces más sensibles


Todo el que tenga un acuario en casa sabrá que los peces tienen una esperanza de vida corta. Pero además existen algunas especies que son más sensibles y o bien no logran adaptarse a una pecera nueva y mueren a los dos días o bien son engullidas por otro habitante del acuario antes de ni siquiera intentar adaptarse.

A continuación enumeramos algunos de los peces que debemos evitar comprar si pretendemos que convivan con peces grandes como escalares o discos o con especies agresivas y carnívoras como el pez luchador o el pez globo:

Pez cristal: Llamativo como el que más por la originalidad de su cuerpo de un tono azul transparente que nos permite visualizar su espina dorsal. Es un manjar para los peces grandes así que puede desaparecer el mismo día de su incorporación al acuario.

Guppy: Los sugerentes colores de su amplia cola incitan al dueño del acuario a comprarlos de cinco en cinco como mínimo, pero sólo debemos tener guppies en caso de que no tengan que compartir hábitat con otras especies o que éstas sean de tamaño similar.

Neón: Un tipo de pez de reducido tamaño que aporta colorido a la pecera debido al azul y el rojo fluorescente de su cuerpo. Si deseamos tenerlos, debemos comprar un pack de diez – en muchas tiendas ofrecen esta posibilidad – ya que lo más habitual es que muchos de ellos mueran en los primeros días.

Borracho: Denominado así por su rojiza boca, que contrasta con la claridad del resto de su cuerpo, también es un pez sensible que suele desaparecer con facilidad, excepto cuando convive con otros de su mismo tamaño, ya que también es pequeño y con dificultades para adaptarse.

Parásitos en los peces


Casi todos los peces, tiene una gran facilidad para “infectarse” de parásitos. La mayoría de estos parásitos no suelen causarles grandes daños. Estos pequeños bichitos, crecen y se reproducen rápidamente en condiciones normales. Cuando la población de parásitos supera cierto límite, es entonces cuando la vida de tu pececito corre un gran peligro.

Los parásitos de un pez, son generalmente infecciosos, y por lo tanto, pueden infectar a otros peces que viven en el mismo acuario. Un pez infectado puede parecer perfectamente normal, lo que hace que el peligro para el resto sea mucho mayor. Es muy importante que el infectado sea identificado y tratado cuanto antes mejor. A continuación, tienes una serie de consejos sobre cómo se debe comprobar si este tipo de mascotas están infectadas:

– Fíjate bien en sus pequeños cuerpos. Si detectas pequeños gusanitos u otros bichitos pequeños sobre su cuerpo es que existe la infección.

– La presencia de úlceras y pequeños agujeros en el cuerpo de los peces no son una buena señal. Este signo indica sobre todo la presencia de parásitos muy dañinos que o bien llevan tiempo actuando o simplemente son muy dañinos.

– Analiza sus ojos. Los peces con este tipo de problemas tiene los ojos turbios o con una especie de manchas blancas.

– Observa cómo se mueve por la pecera. Si ves que sale a menudo a la superficie o que frota su cuerpo contra el cristal, eso indica que algo le sucede.

– Cuando tiene parásitos internos, mostrará una clara pérdida del apetito, unos movimientos erráticos y bastante torpeza.

Prolongar la vida de nuestros peces


Todo aquel que desee instalar una pecera y, sobre todo, un acuario de grandes dimensiones debe informarse, antes de nada, de cómo debe cuidar a sus animales acuáticos, porque, de lo contrario, perderá peces prácticamente a diario, lo cual no compensa ni física ni económicamente.

Lo primero que debe saber todo dueño de un acuario es que la mayoría de los peces tienen una esperanza de vida de unos dos años, por lo que, por mucho que nos esforcemos, cada vez que transcurra ese tiempo, debemos asumir que habrán desaparecido muchos de los que compramos al principio.

De cualquier manera, si queremos que cumplan esos dos años, hay que cumplir una serie de normas que nos ayudarán a mantenerlos con vida durante ese tiempo:

– Hay que procurar comprar peces pequeños y parejas de macho y hembra, e intentar que procreen antes de fallecer. De esta manera siempre tendremos seres vivos sin necesidad de comprar nuevos constantemente.

No debemos comprar los peces de uno en uno, porque es más difícil que se adapten y más fácil que alguno que ya vivía en la pecera lo ataque. Además, debemos aclimatarlos correctamente para no provocar peleas y para evitar que sufran estrés.

– La alimentación debe ser diaria – o cada dos días – pero nunca excesiva, ya que muchos peces mueren por ingerir demasiada comida. En este caso, es preferible que falte y no que sobre.

– El acuario debe estar cubierto, preferentemente con una tapa de cristal, pero también puede ser de otro material, porque, aunque parezca sorprendente, muchos peces suben a la superficie a renovar su oxígeno y, en caso de estar descubierto, saltan al exterior.

– En el momento en que detectemos una enfermedad en un pez, debemos extraerlo de la pecera lo antes posible porque muchas de sus patologías son contagiosas.

– Debemos comprar siempre peces sociables o, como mucho, neutros, ya que de lo contrario se pueden provocar peleas a muerte. En caso de que deseemos poseer animales carnívoros, nunca debemos mezclarlos con los sociables porque estos últimos siempre tendrán las de perder, por muy pequeños que sean los carnívoros.

Consejos para comprar un pez sano


Cuando compramos a nuestra mascota, una de las cosas en las que nos fijamos es que sea un animal saludable. En algunos puedes darte cuenta a simple vista de si el animal que nos quieren vender está sano o no. Sin embargo hay algunas especies de animales con las que eso no es tan fácil, pues se requieren algunos conocimientos específicos sobre el animal en concreto. Esto puede ocurrir por ejemplo en el caso de los peces. Llegamos a la tienda, los vemos a todos dentro de las peceras y elegimos uno sin más. No prestamos demasiada atención a su estado y deberíamos hacerlo.

A la hora de comprar un pez es importante estar al tanto de si el que nos ha gustado y el que queremos comprar está completamente sano. Hay algunos aspectos que son importantes para darnos cuenta de ello. En primer lugar hay ciertas muestras físicas que denotarían la buena salud del animal. En condiciones normales un pez estará sano si su cuerpo está brillante y no pálido o desvaído. Si se aprecian en el llagas, descamaciones, manchas o forúnculos, son síntoma claro de la mala salud del pez.

Hay que comprobar además que no estén en peceras con parásitos, y que no haya ningún tipo de afecciones por virus en ellas. Por otro lado, sus ojos reflejan también su salud, pues no deben estar nublados ni salientes. Sus aletas deben estar erguidas e intactas, y sus escamas planas y suaves. Además no han de estar ni muy hinchados ni muy hundidos.

Si nos fijamos en su comportamiento, los peces sanos son aquellos que respiran sin tragarse el aire y sin subir a la superficie sacando la boca fuera del agua. El movimiento de sus branquias no ha de ser excesivamente rápido si lo comparamos con el del reto de peces en la tienda, ya que esto podría ser consecuencia del estrés. Por último, un pez sano suele nadar en sentido horizontal y no se arrastra por las esquinas ni se esconde. Vistos todos estos consejos, ya puedes ir a una tienda y observarlos.¡Ya estás listo para comprar un pez sano!

La pecera más apropiada para cada casa


Para los amantes de los animales que viven en un piso, lo cual limita la elección entre qué mascota escoger, los peces pueden ser una buena opción, ya que tienen tres ventajas fundamentales frente a otros animales domésticos: son limpios, silenciosos y no hay que sacarlos a pasear. Además, a pesar de que las malas lenguas se encargan de propagar por el mundo que tener una pecera en casa da mala suerte, se trata de una leyenda urbana sin ninguna base científica y que, al menos de momento, no se ha demostrado empíricamente.

Estas y otras razones, como el colorido de estos animales acuáticos, llevan a muchas personas a decidirse por instalar un pequeño acuario en su salón, ya que convierte a la estancia en un lugar más luminoso y alegre. Pero lo cierto es que si eres nuevo en el mundo de los vertebrados más antiguos del planeta hay algunos consejos que debes tener en cuenta.

En primer lugar, antes de ir a comprar la pecera, debes medir con exactitud el espacio donde deseas ubicarla, ya que existen de muy diversos tamaños. Asimismo, también debes pensar qué tipo de pecera deseas. Las de agua fría, por ejemplo, tienen dos claras ventajas: el bajo coste de los peces y que no requieren casi ningún tipo de cuidado, a excepción de la limpieza del cristal, por lo que son ideales para los que tengan niños pequeños o poco tiempo.

Las peceras de agua caliente, por su parte, exigen la compra adicional de filtros, termómetro, iluminación, tanque, etc., lo que supone un gasto añadido y un mayor cuidado, que aumenta aún más si nos decidimos por una pecera de agua salada que, además de requerir los mencionados utensilios, los peces que viven en ella son los más caros. La ventaja de estas dos últimas es que la variedad y calidad de los peces es mucho mayor.

Por último, lo más importante es evitar comprar los peces hasta que el acuario esté completamente instalado y hayamos comprobado su correcto funcionamiento.

Los peces duermen


¿Los peces duermen? Esa es una pregunta que muchas personas se hacen. Antes de nada, analicemos que es el sueño. Podríamos definirlo como un estado de relajación total, donde se paralizan temporalmente los pensamientos e ideas y el cuerpo se “restaura”. Si nos centramos en esta definición, y según diferentes estudios que se han realizado, podemos afirmar que los peces duermen.

Los peces, tienen momentos en los que se “aparcan” de forma estacionaria y descansan. En ese momento, podemos decir que el animal está durmiendo. La mayoría de los peces no tienen párpados, esto hace que al verles siempre los ojos pensemos que no están descansando.

Algunos de los peces que viven ene el océano nunca dejan de moverse, pero otros, consiguen quedarse completamente inmóviles. Algunas especies se quedan en reposo y se quedan flotando en un lugar determinado, sin embargo, otros prefieren refugiarse en lugares donde no puedan ser vistos. Estos peces permanecen alerta ante cualquier señal de peligro, pero durante algunos momentos, consiguen descansar. Si te fijas, este comportamiento es muy parecido al de los gatos.

De todas formas, el mundo de los animales y su relación con el sueño es muy especial:
– Las cucarachas duermen durante un período de 14 horas
– Los elefantes pueden estar durmiendo perfectamente de pie durante su etapa no-REM. Cuando se tumban es durante dicha etapa REM.
– Los cocodrilos duermen con la boca abierta.
– Todos aquellos carnívoros grandes que se alimentan de otros animales, como por ejemplo los leones, pueden llegar a dormir hasta 17 horas.
– Las jirafas duermen menos de 2 horas en un día

Caracoles en los acuarios, ¿invasores o vecinos?


La mayoría de los propietarios de acuarios de agua dulce, con toda seguridad más de una vez se han encontrado en su interior la presencia de caracoles invadiendo la superficie y arrasando las plantas que allí habitan. Estos inquilinos pueden llegar a suponer un grave peligro porque los vegetales de los que se alimentan son necesarios para ajustar el nivel de nitrógeno necesario para el buen mantenimiento del agua y proporcionar el oxígeno a los peces; además, proporcionan a su entorno la dosis precisa de CO2 y una correcta iluminación.

¿Son los caracoles de nuestro acuario unos molestos invasores o uunos inofensivos vecinos? Antes de eliminar sistemáticamente a los caracoles, hay que tener en cuenta que muchas de estas especies no son realmente dañinas para nuestro acuario, sino que, además, son un factor muy beneficioso a la hora de mantenerlo en un buen estado. Por ello, el paso principal será aprender a diferenciar cuando estos animales están siendo perjudiciales y cuando no, para no acabar con los que realmente cumplen una buena función en el pequeño ecosistema de nuestro acuario.

Los primeros síntomas que denotan que la presencia de caracoles es excesiva, es cuando estos animales están acabando con nuestras plantas acuáticas y podemos apreciar los agujeros que producen en ellas. ¿Ya los hemos detectado? Habrá que buscar una solución. Una de las más eficaces es la adquisición de un animal cuya alimentación se base fundamentalmente en invertebrados marinos. Uno de los comúnmente aconsejados es el Botia payaso, que come los huevos de estos moluscos pero respeta las plantas.

En cambio, si se prefiere optar por un método más «casero» (y barato), se puede insertar por la noche en el acuario una hoja de lechuga. En un rato tendrás un montón de caracoles rodeando el trozo de verdura y podrás retirarlos con ella. Aunque estos dos métodos métodos ayudan a moderar o eliminar la aparición de estos moluscos acuáticos de forma natural, un factor importante que les atrae es la sobrealimentación porque los restos de comida residen en el suelo y se sirven de ellos para alimentarse, así que habremos de evitarla para conseguir que los resultados de la «limpieza» perduren.

El pez elefante


Procedente del África Occidental, el aspecto de este pez es tan curioso como sus propias costumbres. El pez elefante, también conocido como pez de nariz de elefante tiene una nariz en forma de trompa que lo convierte en uno de los peces más curiosos del acuario.

De color marrón oscuro, el pez elefante mide unos 20 centímetros.

Aparte de su trompa característica, este pez se caracteriza por sus hábitos nocturnos. Durante el día suele estar escondido y sólo se pasea por el acuario de noche, por lo que debe ser en ese momento cuando le proporcionemos la comida, ya sea alimento seco para peces o alimento vivo. Haciendo honor a su nombre, el pez elefante es algo lento al comer, por lo que deberíamos evitar tener como compañeros de acuario a especies rápidas y voraces.

Tímido y a la vez territorial, se requiere un acuario grande, de unos 200 litros, para tener al pez elefante. En su hábitat natural el pez elefante utiliza unas pequeñas descargas eléctricas para comunicarse con los de su especie y, si el acuario es pequeño, estas descargas pueden molestar a los otros peces.

El acuario debe contar con mucha vegetación y lugares que el animal pueda usar para ocultarse, ya que pasará gran parte del día escondido. En cuanto a la temperatura del agua, ésta debería oscilar entre los 23 y los 28 grados y debemos tener cuidado con la limpieza del acuario y la calidad del agua, ya que el pez elefante tiende a padecer hongos.

Todavía no se ha conseguido que el pez elefante se reproduzca en cautividad, de hecho se desconocen muchos detalles del proceso reproductor de esta curiosa especie.