La tortuga hicotea de orejas rojas


La tortuga hicotea de oreja roja, es una especie de tortuga acuática, que prefiere pasar la mayor parte de su vida en el agua. Su concha ovalada superior (caparazón) es de color verde con tonos irregulares y manchas oscuras. El nombre de oreja roja se le asigna principalmente por esa tonalidad que tiene en la zona de las orejas (a cada lado de la cabeza). Es nativa de las regiones del sur de los Estados Unidos. Sin embargo, después del creciente interés de este animal como mascota, hoy en día se cría en muchas partes del mundo.

Nunca cojas una tortuga de este tipo en su entorno natural. Si quieres esta mascota dirígete a una tienda especializada en la que puedas adquirir una que esté libre de enfermedades. Revisa su caparazón, ya que dependiendo del país en el que estés, si este mide menos de 4 pulgadas la venta es ilegal. Cómprala una “casa” de unas medidas amplias para que pueda disfrutar de sus baños. Piensa que este animal continua creciendo y puede llega a medir entre diez y 12 pulgadas.

Si tuvieras un jardín en tu casa en el que poder montar una especie de estanque, harías muy feliz a tu nueva mascota. Debes crear un hábitat perfecto para ella. Piensa en la iluminación, la temperatura y el mantenimiento de la calidad del agua. Puedes instalar un 5% más de luz UVB. Instala un buen sistema de filtrado para que el acuario o el estanque estén siempre limpios.

Estas tortugas son omnívoras, por lo tanto, asegúrate de darles de comer una mezcla correcta de los alimentos. Según los expertos en tortugas de orejas rojas, la dieta adecuada para ellas es de 50% de hortalizas (zanahorias, lechuga, etc.), el 25% de alimentos vivos (lombrices de tierra, grillos, etc.) y el 25% de alimentos comerciales. Colócale su recipiente de comida fuera de su “bañera”.

El cazador Gordon setter


Originario de Gran Bretaña, el Gordon Setter (o Setter de Gordon) es producto del cruce entre Cockers Spaniel y perros nativos de Escocia. Se pretendía conseguir así un perro de caza pero acostumbrado a las condiciones de vida en Escocia. El nombre de la raza proviene del Duque de Gordon, cuya jauría de setters era famosa en el siglo XVIII.

De cuerpo equilibrado, cabeza algo larga, orejas de inserción baja, cuelgan pegadas a la cabeza y pelo de largura media, que forma mechones muy sedosos en zonas concretas como la cola y las orejas. Su color siempre es negro, muy brillante, en casi todo el cuerpo, excepto hocico y parte inferior de las patas, que suele ser color fuego.

El Gordon Setter es un perro mediano, de 58 a 68 centímetros de altura y de entre 22 y 40 kilos de peso.

El carácter de esta raza es noble. Son inteligentes y fáciles de entrenar, además tienen una naturaleza alegre y juguetona que los hace ideales para los niños. Gracias a su estatus de perro cazador, es además muy protector con la familia, por lo que se puede usar como perro guardián. Algo reservado con los desconocidos, y muy fiel a su dueño, lleva mal el cambio de amo.

El Gordon Setter mantiene sus características de perro de caza: excelente olfato, resistencia para correr, fortaleza, buena salud… en la práctica eso significa que necesita hacer mucho ejercicio, a ser posible en espacios amplios y en la naturaleza. Puede adaptarse a la ciudad y los edificios de apartamentos, pero no son el espacio ideal para un perro tan activo como éste.

Su pelo requiere algunos cuidados: un cepillado diario o, al menos, cada dos o tres días, para mantener su brillo.

Tener una cacatúa como mascota


Procedentes de Australia y las islas del Pacífico Sur, la cacatúa es una especie de loro (familia psittacidae) muy llamativa, debido a su cresta de plumas eréctiles.

Por su tamaño (de 40 a 50 centímetros, aproximadamente, varía según la variedad de cacatúa) las cacatúas pueden vivir bien en una jaula de unos 90 centímetros, hay que pensar en un espacio donde pueden abrir por completo sus alas.

Bonitas, llamativas, pequeñas, exóticas y muy amigables, no suelen picar a los invitados y se llevan bien con los otros pájaros. Pero antes de adquirir una, hay que plantearse una serie de detalles:

– El ruido. Todas las especies de loros son bastante ruidosas, cuanto más grande sea el animal más alto suele ser el graznido que emite. Las cacatúas emiten una especie de silbido, menos agudo que el de los periquitos, durante casi todo el día. Si vivimos en un apartamento pequeño, rodeados de vecinos, esto puede convertirse en un problema.

– El precio. Como todo animal exótico, la cacatúa no es barata, y si encuentras una especialmente barata, desconfía, es probable que esté enferma.

– Su capacidad de hablar. Cuanto más grande es la especie de loro, mayor es su capacidad de hablar (y también de emitir sonidos altos durante todo el día). A la cacatúa se le puede enseñar a decir algunas palabras sencillas, pero no se le puede pedir la elocuencia de otras especies como el loro africano gris o el loro amazónico.

– El tiempo que le podemos dedicar. Se suele pensar que tener un pájaro es menos exigente que mantener un perro o un gato. En el caso de la cacatúa no es así, hay que dedicarles tiempo y educarlas, preferiblemente desde crías, para que estén tranquilas y graznen menos.

El gato abisinio


Originario de Gran Bretaña, donde se exhibieron los primeros ejemplares de esta raza en 1868. Su nombre referido a Abisinia (la actual Etiopía) se debe a que en ese momento se creyó que el gato procedía de Etiopía, pero es algo que no quedó comprobado.

Esbelto, con patas delgadas, largas y musculadas, el abisinio tiene un aspecto algo salvaje debido a sus orejas grandes y puntiagudas y su larga cola que hace que parezca un puma en miniatura. Su pelaje, corto, fino y jaspeado puede ser de varios colores: negro, marrón oscuro, melocotón o gris. De tamaño medio, su peso oscila entre los 4 y los 7 kilos.

En cuanto a su carácter, el abisinio es muy listo y es capaz de aprender rápido, usando un sistema de premios (los castigos no funcionan con los gatos) se le pueden enseñar trucos como dar la pata o que se suba a nuestro hombro.

Reservado con las visitas, pero muy fiel a su dueño, al que seguirá por la casa y cuya atención reclamará cada vez que note que su amo lleva un rato sin hacerle caso.

Muy activos, especialmente las hembras, los gatos abisinios se pueden adaptar bien a un apartamento, pero necesitan ejercicio y espacio. Lo ideal sería que tuvieran acceso a un patio o una terraza, pues disfrutan mucho del aire libre.

Algunos abisinios pueden mostrarse agresivos cuando se les riñe. Esto se debe a sus antecedentes, todavía recientes, de gato salvaje. Si el gato intenta atacar lo mejor es esperar a que se tranquilice y entonces cogerlo con firmeza, de modo que el gato se quede quieto y en posición de sumisión. De esta forma le muestras quién es el que manda. Después puedes acariciarlo y dejar que se marche.

Perros mayores: “ensuciar” la casa


Algunos perros mayores que nunca se han hecho sus necesidades en casa, pueden empezar a sufrir «accidentes». Al igual que con otros problemas de comportamiento en los perros viejos, este problema puede producirse por diferentes motivos. Las condiciones médicas, suelen ser una de las causas principales en la repentina micción o defecación de tu mascota.

Algunas de las causas médicas más comunes son: colitis, enfermedades inflamatorias intestinales, diabetes, cálculos en la vejiga o infecciones, inflamación de la próstata, enfermedad de Cushing y enfermedades renales o hepáticas. Las condiciones médicas que causan dolor o hacen que sea difícil para el perro salir a la calle también pueden contribuir a este problema. Estas condiciones incluyen la artritis, enfermedades del saco anal y pérdida de la visión.

El tratamiento de estas condiciones médicas puede ayudar a resolver este problema de conducta. Algunas condiciones médicas pueden producir una pérdida de control sobre la vejiga y la función intestinal. Lo mejor, es que acudas con tu amigo al veterinario. Debes ser capaz de explicarle detalladamente el color y la cantidad de orina (o heces) que realiza a lo largo del día.

Si el problema viene por una enfermedad dolorosa, intenta facilitarle la vida al animal. Si se trata de artritis intenta construir una rampa hacia el exterior para que el animal no tenga que bajar las escaleras. Si vives en un edificio, intenta cogerle en brazos y bajarle hasta la calle. Limpia las zonas de la casa en las que ha hecho sus necesidades, perfectamente. Habla con el veterinario si le has realizado un cambio en su dieta habitual.

La alimentación del Diamante de Gould


Los Diamantes de Gould son una especie de pájaros especialmente llamativa y hermosa. Sin embargo, como sucede con la mayoría de los pájaros, son unos animales frágiles que necesitan cuidados para estar sanos. El cuidado fundamental es, como no, su alimentación.

La comida especializada para aves exóticas es una buena base alimentaria para el Diamante de Gould. Además es fácil de conseguir en cualquier pajarería. A este alimento base debemos añadir pequeñas cantidades de otros productos con los que complementar la dieta del Diamante de Gould. Vegetales y verdura como la lechuga, hueso de jibia y de vez en cuando algunos complementos vitamínicos garantizarán la buena salud de nuestra mascota.

Durante la época de la cría hay que ser especialmente cuidadosos. Además de suministrar hueso de jibia podemos dar pastas de salvado al huevo a nuestro Diamante de Gould. La pasta de salvado al huevo contiene mucho calcio, un componente esencial para la resistencia y buen estado de los huevos.

Hay muchos otros complementos alimenticios que se pueden administrar al Diamante de Gould, como las espigas de mijo o panizo (tanto si son verdes como si ya están maduras) e incluso los insectos, que en su hábitat natural tropical suelen comer.

Algunos ejemplares de Diamante de Gould tienen problemas para asimilar el mijo. Generalmente, las mezclas de grano de las tiendas están compuestas por alpiste, panizo y mijo. Así que, por precaución, conviene asegurarse antes de que nuestro Diamante de Gould asimila bien el mijo antes de darle compuestos que lo contengan.

Con un poco de precaución y una dieta completa, además de higiene y los típicos cuidados que hay que dar a cualquier ave (tamaño y situación de la jaula), nuestro Diamante de Gould se desarrollará sano y feliz.

El leal Akita Inu


Originario de Japón, en concreto de la provincia de Akita, en el norte del país, que da nombre a esta raza. En principio los Akita Inu fueron concebidos para ser usado en caza mayor de animales como el gamo, el jabalí e incluso animales tan peligrosos como el oso negro. También fue empleado por los guerreros japoneses, y se le ha considerado talismán de buena suerte durante siglos. Su relación con la historia y tradiciones japonesas ha hecho que ese país haya sido designado tesoro nacional desdel el año 1931.

De 60 a 70 centímetros de altura, algo más alto que largo, el Akita es de constitución fuerte, posee un cuello grueso y musculoso, dorso recto, costillas arqueadas y extremidades fuertes. Sus patas son palmípedas, lo que hace que sea un gran nadador. Cola larga, enroscada sobre el dorso y con el pelo algo más largo que el del resto del cuerpo. El pelaje, áspero y corto, puede ser de muchos colores: blanco, pimienta, atigrado, rojo, canela… Los machos rondan los 35 a 55 kilos de peso, siendo las hembras de 5 a 10 kilos más ligeras.

El Akita Inu es leal, con gran capacidad de aprendizaje, por lo que muchas veces se usa como perro guardián. Muy territorial, puede mostrarse agresivo con los extraños y con otros animales, pero es cariñoso con aquellos que conoce, también con los niños.

Muy tranquilo, el Akita Inu es de las razas más silenciosas, rara vez ladra, esto lo hace ideal para casas rodeadas de vecinos, pero hay que tener en cuenta que es un perro muy activo, que necesita espacio y mucho ejercicio.

En Japón es muy conocido el caso del Akita Hachiko, que tras la muerte de su dueño, siguió acudiendo diariamente, durante 9 años, a la estación de tren que su amo tomaba para ir a trabajar.

La desparasitación en las tortugas


Los parásitos son uno de los grandes problemas de salud que afectan a las tortugas, tanto las de tierra como las de agua.

Hay tanto parásitos internos (cestodes, trematodes, nematodes, protozoarios…) como externos (ácaros, garrapatas). Además, si posees varias tortugas es muy fácil que se contagien la una a la otra. El contagio se produce cuando una de las tortugas elimina quistes infectados al defecar. La observación de las mascotas y la higiene son básicos para reaccionar a tiempo y evitar la enfermedad.

Y es que los parásitos invaden casi cualquier parte del cuerpo de las tortugas, tanto en la boca y la piel como en órganos internos como el riñón o el hígado pueden verse afectados llevando a la tortuga a enfermedades muy graves.

Dada la variedad de parásitos que pueden atacar a las tortugas, no existe un producto universal que sirva contra todo tipo de parásitos. La opción mejor suele ser el uso de un antiparásito contra protozoarios más un antiparásito que actúe contra cestodes o contra nematodes. La combinación de ambos productos no garantizará al cien por cien la salud de la tortuga, pero sí ayudará mucho a que esté libre de parásitos internos.

En cuanto a los externos, debes examinar el cuello, la cabeza y el caparazón de tu tortuga por si hay garrapatas. Los insecticidas con fosforatos son el mejor producto para eliminar este tipo de parásito. Ahora bien, nunca debes aplicar tú este tipo de insecticida, debe hacerlo el veterinario, ya que su ingestión accidental es muy peligrosa.

Si en tu casa hay más mascotas que podrían contagiar parásitos a tu tortuga, el proceso de desparasitación deberá repetirse cada 3 o 4 meses. Si no los hay, con ir al veterinario una vez al año para que desparasite a tu tortuga, es suficiente.

Alimentos prohibidos para tu cachorro


Pasada la lactancia de tu perro hay que acostumbrarle pronto al alimento seco (pienso), que es el más completo y el más sano para tu cachorro. En el mercado hay diferentes compuestos específicos para cachorros. Además hay que fijarse para evitar ciertos alimentos peligrosos para un perro. Esta es una lista de los alimentos que nunca debes proporcionar a tu cachorro, o que debes evitar siempre que sea posible:

Huesos. Los huesos son un gran entretenimiento para los perros adultos, además de una excelente forma de fortalecer su dentadura, pero cuando el perro es cachorro pueden ser peligrosos, puede atragantarse e incluso hacerse daño en el estómago, la garganta o los intestinos.

Restos de nuestra comida. Podemos utilizar los restos de comida como premio, pero nunca debe convertirse en una costumbre. A la larga puede provocar en el perro tanto problemas de estómago como obesidad.

Comida preparada para gatos. Es posible que tengas un perro y un gato y que un día, al ver que se ha acabado la comida para perro pienses en darle comida para gato. Es un error, sus componentes son diferentes ya que las necesidades de los dos animales son diferentes.

Comida de nuestra mesa. Es difícil de conseguir ya que los cachorros son insistentes y da mucha pena verlos gemir mientras comemos, pero es importante mantenerse firme para evitar que el cachorro coja el hábito de rondar la mesa y suplicar mientras comemos.

Chocolate, dulces, bollería industrial. A casi cualquier mascota le gusta el chocolate, pero para ellos es especialmente nocivo.

Golosinas entre horas. Es normal usar galletas para perros o bolitas de pienso en el adiestramiento del cachorro, pero debemos ser firmes y no darle ninguna de estas golosinas entre horas, actúan como premios que refuerzan el buen comportamiento y si las damos alegremente confundiremos al cachorro.

Alergia a los pájaros


Algunas personas piensan que sólo se puede tener alergia a los perros y a los gatos pero, también es muy normal tener alergia a los pájaros. La buena noticia es que las aves pueden ser “sobrellevadas” mejor por algunos alérgicos. Lo primero que se debe hacer es asegurarse de mantener siempre limpia la jaula del animal.

Si tú no puedes limpiar la casa de tu amigo pide ayuda a algún amigo o a un familiar. Si no te puede ayudar nadie, cómprate una mascarilla protectora. Retira la porquería a diario y semanalmente limpia los barrotes y todas las esquinas. Asegúrate de lavar bien la bandeja inferior e introdúcela en su sitio completamente seca. Estas bandejas suelen producir moho si no se secan ni se limpian bien.

También debes mantener limpia a tu mascota. Introduce en el interior de su jaula una pequeña bañera en la que él mismo se pueda lavar. Asegúrate de cambiar el agua muy a menudo. Si ves que ella sola no se lava, puedes echarle agua con un pulverizador. Nunca la laves debajo del grifo ni utilices productos de limpieza que no estén especialmente recomendados para aves.

Revisa la comida de tu amigo. Si ves en los ingredientes que contiene algún alergógeno que te afecta, intenta cambiar dicha comida. Habla con tu veterinario para que te informe de cómo debes realizar estos cambios nutricionales. Por si acaso, revisa los componentes con los que está realizada la jaula de tu ave. Intenta poner en práctica estos consejos, antes de pensar en deshacerte directamente de tu mascota.