Mascotas y bebés


La llegada de un bebé es siempre un gran acontecimiento en cualquier hogar que trastoca la vida de todos sus miembros, y nuestra mascota no es una excepción. Dados los cambios que implica este hecho en la rutina familiar, es necesario prestar atención a nuestra mascota y mostrar una especial comprensión con ella, ya que necesitará tiempo para adaptarse al nuevo miembro de la familia. Una vez lo haya hecho, será una compañía fabulosa para nuestro bebé.

Si tenemos perro, el cuidado del bebé implica dedicar menos tiempo a nuestra mascota. Para evitar celos , deberemos ir introduciendo hábitos en la rutina del animal como mínimo un mes antes de la llegada del bebé, indicándole que no debe ladrar, jugando menos tiempo con él o irlo acostumbrando a que no debe dormir en la misma habitación que el bebé, si normalmente le permitimos dormir con nosotros.

En el caso del gato, su independencia hará que se adapten más rápido a esta situación, pero su curiosidad los puede impulsar a estar cerca del bebé para investigar qué es, subiéndose a la cuna o saltando sobre ti cuando lo tengas en brazos. Dado que lo pueden dañar por accidente, es conveniente poner sobre la cuna una malla protectora de forma que el gato no pueda entrar en ella.

Las mascotas temen sobre todo el rechazo, por lo que es muy importante que les hagas saber que no han sido sustituidos por el bebé, de forma que les sigas dedicando el tiempo y la atención que precisas. Intenta repartir la atención cuando estés con el recién nacido, de forma que no lo vean como un competidor.
Es necesario que lleves a tus mascotas al veterinario para que les hagan un chequeo completo, les desparasiten y ponerlos al día de sus vacunaciones.

Datos curiosos de los hámsters


Se dice que el primer hámster fue descubierto en 1839 por un zoólogo británico en las inmediaciones de Siberia, aunque fueron ignorados hasta el siglo veinte, cuando se atribuye a George Waterhouse el descubrimiento del primer hámster dorado. En 1930 un profesor de la Universidad de Israel descubrió más ejemplares en el desierto de siria.

Existen en total dieciocho especies de hámsters que están agrupadas en siete géneros. El más común es el hamster dorado, el más popular como animal de compañía.

Es innegable que el hamster es un animalito simpático que puede hacer las delicias de niños y mayores con su voraz apetito y con la costumbre de llenarse las mejillas de alimentos. Pero si te gustan los hámsters aquí tienes otros datos curiosos sobre ellos que seguramente te sorprenderán:

– Los hámsters que viven en estado salvaje lo hacen en madrigueras situadas a unos dos metros de profundidad, una buena protección contra el amplio número de depredadores que tiene.

– Aunque los roedores suelen tener una vista muy aguda, el hámster es una excepción, ya que puede ver como máximo a 15 centímetros, después de los cuales ya es incapaz de ver con claridad objetos y enemigos. También, al igual que le ocurre a muchos otros animales, son incapaces de ver colores. Su visión se colorea de una gama de negros, blancos y grises.

– Son omnívoros, es decir, que comen de todo, y todo aquel que tenga un hamster lo sabe, por lo que hay que tener ciertas precauciones a la hora de alimentarle.

– Si la temperatura es cálida durante el parto, la hembra de hamster dará a luz una camada en la que predominarán los machos, pero si la temperatura es fría, el suele haber mayor número de mujeres d que de hombres.

Aclimatar los peces nuevos al acuario


Cuando adquirimos un nuevo ejemplar de pez para nuestro acuario, inmediatamente deseamos depositarlo en él, para verlo nadar libremente entre sus nuevos compañeros. Sin embargo, debemos tener en cuenta que el pez nuevo necesita un periodo para aclimatarse a su nuevo hogar, así como un periodo de cuarentena que nos permita asegurarnos de que el animal no sufre ninguna enfermedad que pueda contagiar al resto de los peces del acuario.

La aclimatación es muy importante y no debemos dejarla de lado nunca, porque no hacerlo de forma correcta produce mucho estrés en el pez, pudiendo llegar a ser incluso la causa de su muerte.

Una vez que estemos seguros de que el pez está sano, comenzaremos la aclimatación. Para ello deberemos dejar la bolsa en la que traemos al pez nuevo desde la tienda flotando en el agua del acuario para que, de ese modo, se iguale la temperatura de ambas aguas y el pez no sufra un shock por el cambio de temperatura.

Después abriremos la bolsa y echaremos dentro agua del acuario, para ir igualando el PH. Llenaremos aproximadamente un tercio de la bolsa y esperaremos diez minutos a que el pez se acostumbre, para repetir la operación os veces más.

Finalmente tomamos la redecilla para transportar peces y sacamos al pez y lo colocamos en el acuario. Es muy importante que no volvamos a echar al acuario agua de la bolsa, ya que está mezclada con la de la tienda.

Es aconsejable esperar veinticuatro horas antes de alimentar al nuevo pez. De ese modo tendrá tiempo para aclimatarse y pasado ese tiempo podrá comer como todas las demás especies del acuario.

Cuidado de los cascos del caballo


Pocas sensaciones se pueden comparar a montar un caballo al galope, sintiendo la fuerza y la armonía del animal. El caballo está hecho para correr y para trotar, y para poder hacer sin lesiones ni problemas, es necesario que sus cascos estén bien cuidados, ya que son ellos los que le permiten desenvolverse en prácticamente todo tipo de terrenos.

Cuando está en libertad, estos cuidados no son necesarios, ya que el casco se regenera en proporción directa al desgaste causado, pero el caballo doméstico tiene que soportar el peso del jinete, las horas de establo, y las actividades que desarrolla, por lo que el desgaste de los cascos es mayor que su regeneración, de ahí que sea necesario el uso de herraduras.

Además, todos los días, deberemos dedicar al menos unos minutos a la limpieza de los cascos preferentemente antes de montarlos. Esto es importante porque en los cascos pueden acumularse objetos que dañen las partes blandas de los cascos, lo que le puede provocar heridas y además es una parte del animal que está en contacto con el estiércol, lo que puede hacer que, si existen heridas o cortes se infecten y terminen por lesionar al animal.

Para limpiarlos utilizaremos una herramienta denominada limpiacascos, que utilizaremos desde el talón hasta la punta del casco, teniendo cuidado de no tocar las partes blandas, prestando atención a los surcos y a la ranura central, comprobando que no existen cortes, grietas ni piedras clavadas. También comprobaremos que las herraduras están perfectamente colocadas.

Para terminar aplicaremos alquitrán para cascos, que nos ayuda a combatir los gérmenes, y el mal olor y pomada para cascos, que los hidrata, evitando que se sequen y aumentando su flexibilidad.

¿Por qué y cómo hablan los loros?


Realmente los loros no hablan, sino que se dedican a imitar las palabras que oyen decir a sus dueños. Pero aun así, resulta curioso que el comportamiento que imiten sea precisamente el que al hombre le hace más humano, el lenguaje. Este comportamiento no es nuevo, y ya en la antigüedad era conocida la capacidad de estos animales de imitar sonidos y palabras. Pero, ¿qué lleva a los loros a imitarnos?

En primer lugar, que fisiológicamente están dotados para ello, ya que poseen una lengua que, mediante pequeños movimientos, puede formar palabras, al igual que ocurre en el caso del hombre. En segundo lugar también tiene importancia el hecho de que son animales muy sociables, a los que les gusta estar en grupo, comunicarse y sentirse acompañados y la voz es un instrumento que les sirve para este fin.

Si quieres enseñar a tu loro a hablar, lo primero que debes hacer es crear una buena relación entre el ave y tú, de forma que ésta se sienta confiada. Una forma de enseñarle palabras es hablar con el loro en la relación diaria, nombrando, por ejemplo, los alimentos que le das, o los lugares donde estáis. Es importante que hables con tu voz normal, ya que si le hablas como se hablaría a un niño de meses, será así como el loro aprenderá a hablar.

También es muy importante que premies los logros de tu loro. Como todos los animales, responden muy bien al refuerzo positivo, por lo que una caricia, un comentario motivador o una golosina. Y según vaya aprendiendo, puedes pasar de las palabras a las frases sencillas, que poco a poco el loro irá pronunciando con mayor claridad.

Razas de perros adecuadas para convivir con niños


Tener un perro teniendo hijos pequeños es siempre una buena idea. Aparte de tener un compañero de juegos ideal, los niños aprenderán a cuidar de un ser vivo y a ser responsables de él, enseñanzas que serán muy útiles para su futuro. También hemos de enseñarles a respetar y no maltratar al animalito. Pero si hemos decidido que haya un nuevo miembro en nuestra familia, deberemos asegurarnos de que sea una raza idónea para convivir con niños, ya que no todas son aptas para ello. Entre los mejores compañeros para nuestros hijos, podemos destacar los siguientes:

Bulldog francés: Este pequeño es realmente encantador con los niños, ya que siempre le gusta recibir las atenciones de sus dueños, por lo que no perderá la paciencia cuando los niños jueguen con él.

Shih Tzu: Es un perro muy dulce y afectuoso a quien le gusta mucho el movimiento. Aunque su pelaje requiere ser cuidado con asiduidad, el cepillado y otros cuidados pueden convertirse en sesiones divertidas con los niños.

Labrador y Golden Retriever: Ambas razas son muy juguetonas y de buen carácter, por lo que hacen muy buenas migas con los niños con rapidez.

Maltés: Son pequeñitos, peludos y muy afectuosos, por lo que les encantarán los mimos de los niños. Su docilidad y su inteligencia los convierten en una raza ideal para ellos. Además, por su pequeño tamaño se adaptan muy bien a vivir en un piso.

Beagle: Es un perro cuya popularidad está aumentando y cada vez se ve más en nuestros parques y ciudades, y no es de extrañar, ya que es un perro al que le encantan los niños, además de ser muy paciente y tener muy buen carácter. Eso sí, es un perro muy activo y es necesario que haga ejercicio con frecuencia.

Enfermedades más comunes de los periquitos

El periquito es, sin duda, la perfecta compañía para aquellos que deseen un ave como mascota. Su colorido plumaje los hace muy atractivos a la vista y su buen comportamiento los convierte en las mascotas ideales. Aunque son aves fuertes, existen algunas enfermedades que pueden afectarles, por ello si notas algún comportamiento anómalo en tu periquito, será necesario que lo lleves al veterinario para que valores su estado de salud. Entre las enfermedades más comunes podemos destacar las siguientes:

Asma: Se trata de una enfermedad crónica, que impide al periquito respirar con normalidad. Para paliar sus síntomas ponle un trocito de regaliz en el bebedero.

Epilepsia: Aunque muchas veces pensamos que es una enfermedad exclusivamente humana, también afecta a algunos animales. Cuando sufren un ataque suelen saltar y volar por la jaula de un modo anormal, para finalmente quedar paralizados. No existen un tratamiento para terminar con esta enfermedad, pero puede mejorar si bañas al periquito con agua fría, pero no helada y después lo pones al sol para que se seque.

Psitacosis: Es una inflamación que afecta a los ojos del periquito, aunque suele darse en un ojo solo. Se acompaña de tos y respiración ruidosa, además de otros síntomas. Al ser una enfermedad muy contagiosa, si alguno de nuestros periquitos la sufre, será necesario que lo apartemos de los demás para que no se propague. El tratamiento es largo, pero efectivo.
Problemas derivados de la falta de vitaminas: Suele darse sobre todo en las épocas de muda. Para evitarlo, deberemos complementar su alimentación con frutas y vegetales que le ayudarán a mejorar el estado de ánimo y su aspecto general, y evitará que tenga problemas con la muda.

Las vacaciones y los gatos


Aunque parezca mentira, ahora es el momento en el que muchas personas deciden disfrutar de sus vacaciones. Da igual la época que sea cuando tienes mascotas viviendo contigo. Además de planificar tus vacaciones, también deberás planificar las suyas. Cuando se tiene un perro, la decisión parece más fácil: se le lleva a una residencia canina y listo, pero ¿qué sucede cuando tenemos un gato?

Aunque muchas personas creen que los gatos prefieren estar solos, los gatitos también se sienten solos y puede llegar a sufrir algo de ansiedad por este cambio momentáneo. Debes asegurarte de que tu gato este muy bien atendido los días que estés fuera. La seguridad y la comodidad del animal es en lo primero que tendrás que pensar. A continuación tienes un par de consejos que te pueden ayudar:

– Buscar una persona responsable
Un amigo o un familiar que mantenga una buena relación con el gato puede ser la mejor solución. Nunca se sabe lo que puede pasar mientras estás fuera, y debes tener a alguien que te ayude a mantener segura a tu mascota. Esa persona deberá saber donde se encuentra la comida del animal y todas aquellas cosas que necesite: medicación, juguetes. Deberá visitarle al día el mayor número de veces que pueda.

– Hablar con el veterinario
La persona que se vaya a quedar con tu gato debe saber dónde está su cartilla del veterinario y donde se ubica el centro médico donde podrán asistir al gatito en caso de urgencia. Es por eso que el veterinario debe saber que tú estás de vacaciones y que tu cuidador es la persona autorizada para llevar al animal a la consulta.

Cuidados de los ojos del perro


Los ojos de los perros son capaces de transmitirlo todo. Con una mirada nos dicen si están tristes, contentos, e incluso nos expresan el amor que sienten por nosotros. Para preservar esta mirada llena de inteligencia y expresividad, es necesario que prodiguemos a los ojos de nuestras mascotas los cuidados necesarios, de manera que podamos evitar complicaciones que serían más graves. Si observamos cualquier anomalía en los mismos, será necesario que lo llevemos a un veterinario para que compruebe el tipo de lesión y la trate adecuadamente.

Los perros, al igual que los humanos, se despiertan con legañas en los ojos cada mañana, que deberemos limpiar todos los días. Para ello utilizaremos una bola de algodón o una gasa suave empapada en suero fisiológico, retirando las legañas en dirección al hocico.

En los perros de pelaje de color blanco es frecuente que se obstruyan los conductos lacrimales, lo que hace que se derramen lágrimas por las comisuras del ojo del perro llegando en algunos casos al borde del hocico, produciendo esas manchas amarronadas tan características en algunos perros de este color. Para evitar la aparición de estas manchas deberemos utilizar productos especialmente diseñados para limpiar estas secreciones.

Es habitual que los perros presenten conjuntivitis, que podremos detectar por la inflamación y el enrojecimiento alrededor del ojo. Cuando observemos estos síntomas deberemos llevarlo al veterinario para que sean tratados, porque de lo contrario el picor y el escozor harán que nuestro perro se intente rascar los ojos, con lo que, además de empeorar la conjuntivitis, puede provocarse arañazos y laceraciones que agraven su situación.

También existen razas en las que es frecuente que se dé sequedad en el ojo. En ese caso deberemos pedir al veterinario que nos indique el tratamiento adecuado para los ojos secos de nuestros perros.

Decorar el fondo del acuario


La decoración del fondo del acuario es una parte esencial en el mantenimiento del mismo, ya que de ese modo conseguiremos por una parte darle un aspecto estético mucho más atractivo y por otra lograr que nuestro acuario se parezca lo más posible al hábitat natural en el que se desenvuelven los peces, lo que mejorará su desarrollo, su salud y su calidad de vida.

A la hora de decorar el fondo deberemos tener en cuenta una serie de consideraciones:
– No debemos introducir en la decoración elementos que nos puedan entorpecer labores como la limpieza del mismo.

– Tampoco deberemos dejar zonas en las que se puedan acumular detritus.

– Deberemos tener en cuenta el peso que añadimos al acuario con los materiales de decoración.

– Finalmente deberemos asegurarnos de que los elementos que introducimos no contienen patógenos que puedan perjudicar la salud de nuestros peces.

Entre los distintos elementos que podemos escoger para la decoración tenemos los siguientes:
Grava: Puedes encontrarla de diferentes tamaños y colores en cualquier tienda especializada. Los tres tipos de grava que se utilizan habitualmente son la cuarcita, que se puede utilizar en acuarios de agua dulce o salada y que no libera sustancias tóxicas, la lava, formada por fragmentos de lava triturados y que tiene la ventaja de que, al ser porosa, las bacterias se acumulan en sus poros, con lo cual la carga bacteriana de nuestro acuario es mucho menor y finalmente también podemos utilizar cascajos de conchas, aunque sólo para los acuarios de agua salada y ayuda a regular el PH de la misma.

Corales: Puedes utilizarlo bien como corales completos o arena de coral, ambos tipos son ideales para decorar un acuario de agua.

Debemos tener en cuenta que, aunque nos aseguren que los materiales decorativos están limpios, deberemos realizar una limpieza adicional de los mismos cuando los introduzcamos en la pecera.