La convivencia con gatos es una experiencia muy grata para sus dueños. Normalmente los acompañan tranquilos, dormitando en su regazo o en algún sillón cercano, haciéndoles compañía permitiendo a sus amos beneficiarse de las ventajas de tener una mascota.
A veces, sin embargo, los gatos, por estrés o por aburrimiento, adoptan una serie de comportamientos maniáticos a la larga pueden terminar siendo un problema para nuestros gatos y para nosotros, porque pueden hacer que la convivencia sea prácticamente imposible. Algunos de los problemas de conducta más habituales son los siguientes:
– Limpiarse de forma excesiva y casi obsesiva ciertas partes del cuerpo. No es raro ver a los gatos acicalándose, y de hecho es una actividad a la que dedican gran parte de su tiempo, pero cuando se vuelve obsesivo puede llegar a generar lesiones debido a que de tanto lamerse se arranca el pelo de las zonas afectadas, como las patas posteriores o el lomo bajo.
Este comportamiento suele estar originado por el estrés y la ansiedad, debido a alguna circunstancia que haya hecho variar la rutina del gato, como un cambio de residencia, la llegada de otra mascota o cualquier otro hecho que le resulte perturbador.
– Otra manía generada por el estrés es morderse obsesivamente la cola, que puede causarle lesiones hemorrágicas. Para evitarlo debemos rebajar en todo lo posible su nivel de estrés.
– Morder las manos y los pies: Suelen hacerlo de cachorros, y deberemos corregir esta conducta ya que de lo contrario, cuando el gato crezca, nos puede causar lesiones importantes. Lo mejor es darle algo para jugar y que se olvide de nuestras manos y pies. Si se lanza a los tobillos cuando es adulto, suele ser señal de que pasa demasiado tiempo solo, así que deberemos reservar cada día un tiempo para jugar con él y curar así esta manía.
Tengo un problema con mi gato, pues ha empezado a entrar a las casas de algunos vecinos, aunque por ahora no ha hecho ninguna travesura a estos no les agrada. Y yo no tengo remedio para eso pues el gato es de espiritu libre y deambula por el vecindario. No me parece logico amarrarlo, me pueden dar algun consejo para solucionar la situacion
Soy una damnificada por la entrada en mi jardín de un gato vecino.El dueño dice que tiene sus piedritas, pues ha tomado mi jardín por el «baño de Carlitos».Del cantero de alegrías del hogar sólo queda la tierra, llena de excrementos. He tirado pimienta, naftalina,el líquido especial comprado en un vivero,¡¡Nada!!!Cubrí todo el jardín con papeles y nylon y encima eché el líquido, estuvo así una semana.No puedo dejarlo eternamente, la tierra y la grama necesitan del aire. Además ese líquido no puede tocar la tierra, misión imposible porque tuve que empapar los papeles, pasé el líquido con lampazo en el corredor, las paredes por las que se descuelga, la terraza y el patio.Pues en cuanto descubrí la tierra y llovió volvió a llenar de excrementos .Estoy desesperada,mi jardín se ha convertido en una m…..También defeca en el pasto,o sea que si paso la bordeadora para cortarlo en cualquier momento me saltan los excrementos en mi cara.Los aparatos de ultrasonido cuestan 750$ y uno que hace sonar una campana mientras tira un chorro de agua 600$. ¿Tendré que gastar ese dinero porque un vecino quiere tener gato? No me opongo a que la gente tenga sus mascotas, pero ¡¡¡que hagan caca en su casa!!!!!!
Mi problema es que tengo dos gatas my una de ella es muy agresiva con la otra y conmigo
Ella tiene 9 años y la pequeña 8 meses no la deja tranquila ni un momento, la ataca en cuanto ve que estamos distraídos y lo peor de todo es que a mi me bufa incluso me ha llegado a echar la zarpa. No se si lo notara pero la tengo un poco de miedo. Para hacer mi cama tengo que esperar a que ella salga de la habitación porque si no es imposible hacerla cada vez quwe me acerco se pone a dar bufidos. A la pequeña la tiene la nariz llena de arañazos y una de las veces la hizo daño en una patita y estuvo coja una semana. La verdad es que estoy agobiada y no se que hacer. Si me pueden dar alguna solución se lo agradecería en el alma.