El Dromaius novaehollandiae, popularmente conocido como el emú, es el ave más grande del mundo, sólo superada por el avestruz. Su lugar de residencia habitual es el continente australiano, y es el ave más grande que se puede encontrar por toda la zona. Estas aves se encuentran comúnmente por toda Australia, pero tienden a evitar las áreas que están densamente pobladas. La altura media de un emú es de alrededor de 2 metros.
Al igual que las avestruces, estas aves no pueden volar (debido al peso de su inmenso cuerpo), pero lo compensan moviéndose muy rápido. Los emúes pueden alcanzar una velocidad máxima de 50 km/hora si es necesario y pueden mantener esta velocidad durante un período largo de tiempo. Son muy nómadas por naturaleza, y se alimentan principalmente de diferentes variedades de insectos y plantas.
Durante los últimos 20 años, muchos agricultores de los Estados Unidos han comenzado a cría a estos animales a gran escala. Como resultado de esto, su popularidad como mascotas ha crecido. Su aspecto exótico y su carácter apacible, hace que se conviertan en la mascota perfecta para muchos. A pesar de que muchos insistan en tenerles como mascotas, hay que señalar que estos animales necesitan mucho espacio y que su mantenimiento no es una tarea fácil.
Cuando el emú es pequeño, puede parecer mucho más bonito y tierno pero, cuando empieza a crecer la convivencia con él puede ser muy difícil. Además, tienen garras muy afiladas que pueden ser utilizadas como armas si se ven amenazados. Por otro lado, debes saber qué hay que darles de comer: insectos, gusanos y otros invertebrados, semillas y frutos secos, flores, hojas y demás partes de plantas, lagartos y otros animales pequeños, etc.